Centro de Auto-acceso para el aprendizaje de idiomas extranjeros en la Unicaribe

Centro de Auto-acceso para el aprendizaje de idiomas extranjeros en la Unicaribe


 

Voces universitarias | Por Mtra. Elvira Acuña González y Dra. Magdalena Avila Pardo*


Antecedentes de los Centros de Autoacceso

Los centros de auto-acceso aparecen en México a principios de los años noventa y desde entonces, se han instalado en muchas universidades gubernamentales. Un centro de auto-acceso exitoso debe tomar en cuenta: 1) el manejo de la innovación, 2) las instalaciones adecuadas, 3) la formación y el desarrollo del personal y del usuario, 4) la consideración de las fortalezas culturales de los usuarios, 5) la existencia de materiales adecuados, y 6) -lo que constituye el mayor reto- la promoción de la autonomía del aprendizaje en vinculación con el salón de clases.

Los centros de auto-acceso son descendientes de los laboratorios de lenguas de los años 60s pedagógicamente sustentados en el conductismo; pero como los entendemos en la actualidad, aparecen con el Enfoque Comunicativo que fue revolucionario en la enseñanza del inglés.

Los centros de auto-acceso abrevan de dos fuentes, las nuevas tecnologías y la pedagogía del Enfoque Comunicativo por su visión del estudiante como una persona con características y necesidades individuales al que permite, aprender a su propio ritmo, siguiendo sus propios intereses y necesidades y su estilo personal de aprendizaje, es decir con autonomía; característica difícil de fomentar en un salón de clases.

Uno de los primeros centros de auto-acceso fue el del Centro de Investigación y Aplicaciones Pedagógicas de Lenguas (CRAPEL) de la Universidad de Nancy en Francia, creado en 1974, para el autoaprendizaje de idiomas auspiciado por el Consejo de Europa. Sus dos objetivos principales eran: formar al estudiante 1) en la lengua meta y 2) en el aprendizaje auto dirigido. Debido a su éxito fueron surgiendo proyectos similares en Europa, Asia y América Latina.

En México, en los años 90s, mediante un convenio entre el Consejo Británico y la SEP se fundaron centros de auto-acceso en diversas universidades de gobierno. El Consejo Británico capacitaba a los maestros de inglés y la universidad se hacía cargo de las instalaciones necesarias.

Los especialistas definen los centros de auto-acceso, no como espacios físicos sino como un sistema de aprendizaje de idiomas que involucra diversos elementos tales como: recursos materiales, administración, sistema de control y apoyo, tutoría, retroalimentación y desarrollo y adaptación de materiales.


Los servicios del SAC de la Universidad del Caribe.

El SAC está abierto de 7 de la mañana a 9 de la noche y para proveer estos servicios los maestros deben tomar turnos. Los 11 maestros de tiempo completo además de impartir clases están a cargo de supervisar el SAC, orientar a los usuarios sobre recursos disponibles, dar conversación, dar asesorías y resolver sus dudas sobre temas del inglés.

Servicios disponibles en el SAC:

  • Audio, PCs con audífonos donde se encuentran los podcasts –pero más generalmente actividades multimedia que involucran el audio y lo visual.
  • Video donde pueden ver películas y documentales del acervo del SAC u otros materiales en línea.
  • Cómputo, con programas específicos de inglés o para acceso a internet.
  • Escritura, los estudiantes pueden pedir apoyo para sus tareas escritas.
  • Lectura de libros graduados para el aprendizaje y para hablantes nativos (revistas y otros materiales. Existe préstamo a domicilio.
  • Otros materiales de aprendizaje para diferentes propósitos específicos y habilidades de la lengua.
  • Asesorías ocasionales o sistemáticas.
  • Elaboración y adaptación de materiales diversos.
  • Juegos tanto comprados como elaborados por los maestros, estudiantes y el personal auxiliar.
  • Conversaciones.
  • Certificaciones de inglés tales como el IELTS (International English Language Testing System) y el APTIS aceptado para el CENNI (Certificación de Nivel Nacional de Idioma).

El SAC de la Universidad del Caribe es único y vanguardista

Los SACs suelen ser como las bibliotecas centros silenciosos pero el nuestro es un SAC ruidoso que se caracteriza por operar como un centro social, esto es un centro de reunión donde estudiantes de distintas carreras y nivele de inglés se encuentran no sólo para practicar inglés sino también para convivir y socializar. Todo esto en consonancia con la teoría de Lave and Wenger (1991) sobre la comunidad de practica (COP, Community of Practice).

Esta modalidad, sello distintivo de nuestro SAC, ha resultado tan exitosa que otros centros de auto-acceso, por ejemplo, la Universidad Veracruzana y Kanda University of International Studies en Japón han replicado nuestra visión del centro de auto-acceso como un centro social.

*Profesoras de Inglés de la Universidad del Caribe
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Colaboración, clave pedagógica

Colaboración, clave pedagógica




Voces UniversitariasPor Eduardo Suárez*


Ni individuos, ni jefes… Equipos

El teletrabajo cambió para siempre la forma de educar. El trabajo por medio de computadoras y redes dejó muy claro que la información, el conocimiento y las soluciones no dependen ya de individuos ni de jefes, sino de equipos de trabajo flexibles y bien integrados.
La razón es muy sencilla de entender: la crisis educativa exigió que el profesorado estuviera cercanamente alineado en sus objetivos para tomar decisiones casi inmediatas frente a problemas nuevos, complejos y de gran urgencia. Vimos surgir una enorme cantidad de equipos informales en todas las instituciones educativas.

Los equipos docentes han existido desde siempre en las escuelas. Pero desde siempre se conocen sus limitaciones. En lugar de ser flexibles y espontáneos, lo normal es que se den un frentazo contra la estructura rígida y frecuentemente autoritaria de las organizaciones educativas.

Cuando esto ocurre, los integrantes de un equipo de trabajo se sienten inciertos y requieren verificar todas sus decisiones con su jefe, el que a su vez también debe recurrir al suyo para estar seguro. Como nadie desea arriesgarse en estas circunstancias a opinar de una forma auténtica y diferente, se desarrolla un pensamiento uniforme, cauteloso y plano. Así, el osado caballo de cuarto de milla que es la conciencia fluida de un equipo bien integrado se convierte en un tímido y burocrático borrico.

Obligados por la pandemia a trabajar desde la tecnología de las redes y las plataformas digitales para resolver la necesidad inaplazable de seguir frente a sus grupos, las y los docentes experimentaron en carne propia el empoderamiento, autonomía y flexibilidad posibles por el universo digital. En lugar de concentrarse en los jefes y sus cotos de poder, se enfocaron en la colaboración horizontal para la toma efectiva de decisiones. Tuvieron grandes éxitos.

¿Qué es lo que debemos hacer para no perder este aprendizaje tan afortunado hecho por las profesoras y los profesores?

Las instituciones deben promover la formación de estos equipos de colaboración, los que no deben ser parte de la estructura formal. Deben contar con un líder, porque donde todos los miembros son igualmente responsables, nadie en realidad lo es. En ellos se debe garantizar la confianza, además de un propósito claro y transparente. Lo más importante: deben tener autoridad para tomar las decisiones sustantivas que afecten el cumplimiento de su propósito. Todos estos equipos de colaboración deben estar conectados como los nodos de una red viva y tener esa plasticidad: la de poder evolucionar para adaptarse a sus nuevas tareas.

Si las y los docentes podemos organizarnos así, podremos ser un modelo efectivo para las nuevas formas de trabajar de nuestro estudiantado.

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe

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