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“Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…”

“Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…”




“Sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…”, así, dice el tango de Gardel, algo sabría del existir.

Y aquí estamos, veinte años no es nada, hace nada recibía un número de colaborador de dos dígitos (37), como varios de mis colegas aquí presentes, que en 2003 llegamos a acompañar al grupo iniciador de la Universidad del Caribe. Esta semana reconocí la chispa de esa mirada de ilusión, de quien ingresa a nuestra comunidad, en un compañero que aceptó colaborar conmigo en un proyecto, su número ya es de cuatro dígitos (2,346); sí, más de 2,309 colaboradores después, este proyecto nos ilusiona por igual a las personas recién llegadas, como a quienes ya llevamos dos décadas en el. Muchas personas que lo dejan regresan, y los que no, siempre se mantienen añorando su tiempo con nosotros y deseándonos lo mejor.

Sentir, que es un soplo la vida, como sentimos la fragilidad de la vida con el Huracán Wilma, la inseguridad y la pandemia, pero siempre con nuestra familia Unicaribe. Como frágil fue nuestra joven ceiba, ladeada y exhibidas sus raíces por el huracán, con nuestras manos la volvimos a colocar y hoy, señorea majestuosa, más bella y fuerte que nunca, nuestros andadores y jardines; igual nos consolamos, nos ayudamos a levantarnos, nos apoyamos y recuperamos en las adversidades grandes y pequeñas. Hemos visto a generaciones de estudiantes crecer con nosotros, de adolescentes a jóvenes, luego adultos, muchos de ellos ahora padres, ya sus hijos e hijas comienzan a ingresar en nuestra Universidad. También somos Universidad multigeneracional, madres e hijas que han estudiado aquí, hermanas, sobrinos; pero, sobre todo, superamos la prueba del ácido para las Universidades que es: ¿dónde estudian las y los hijos de los profesores? Sí, muchos en la Unicaribe, y nos da pesar cuando eligen otra opción. 

Que veinte años no es nada, aquellos estudiantes de la primera generación y sucesivas, ahora son brillantes profesionales en Cancún y en cualquier lugar del mundo. Les hemos visto crecer, desarrollarse y como leales integrantes de nuestra comunidad, se acercan y regresan a meter el hombro en lo que se necesita, lo mismo de profesores de asignatura, de colaboradores, en la asociación de egresados o como aliados externos que, cuando les hacemos el llamado para algo en específico -o sin el- siempre están allí para su universidad.

Sentir, que es un soplo la vida, y del edifico A y B, en 2003, ahora vamos en el G, con muchas más carreras, estudiantes, posgrados, laboratorios, talleres, nuestra maravillosa biblioteca, instalaciones deportivas y un largo etcétera.

Que veinte años no es nada, pero igual seguimos preocupándonos del reloj checador, la planeación didáctica, la evaluación docente, los proyectos de investigación, las tutorías, las practicas, las salidas de campo, el servicio social, las encuestas, las certificaciones, las evidencias, las comprobaciones de gasto, los informes, las auditorias, el buen uso de los recursos, el funcionamiento de las instalaciones, de la calidad y de las personas.

Sentir, que es un soplo la vida, por ello, compartimos el trato amable, sencillo, respetuoso, cordial, educado con nuestros estudiantes, colegas y compañeros y compañeras, desde la rectora a la última persona de jardinería, seguridad o de limpieza; podemos usar cualquier lugar del estacionamiento o de la cafetería, sin sentir diferencias de rango; tenemos en el mismo grupo, recibiendo la misma educación, a estudiantes que nos eligieron por sobre el Tec de Monterrey, la UDLA o el ITAM, al lado de estudiantes que vienen de la más humilde comunidad maya, colonia irregular o cualquier pueblo del sureste o de México.

Que veinte años no es nada, pero se acumulan y mantienen certificaciones de ISO, acreditaciones de CIEES, COPAES, Tedqual, un modelo educativo cada vez más pertinente, reconocimientos PRODEP, SNII, SEI, de la excelencia estudiantil y académica, becas para madres estudiantes, para estudiantes del entorno rural, para mujeres que estudian ingenierías y otras más; tenemos instalaciones accesibles, aulas planas, cubículos abiertos y oficinas transparentes; nos da sano orgullo interno que, cuando saben que somos parte de la Unicaribe en la ciudad, nos tratan con respeto y amabilidad.

Que es un soplo la vida, por ello tenemos vínculo comunitario, tianguis del Mayab, enfermería, sala de lactancia y ludoteca; así como nuestros espacios son bellos, limpios y agradables para aprender, trabajar, convivir y disfrutar del conocimiento, el deporte, el arte y la cultura, también intentamos proyectar eso al resto de la ciudad y entorno. Que igual nos preocupan la selva, la laguna del manatí y el manglar (tanto que se cambió el diseño arquitectónico y el edificio E que debería estar junto a la biblioteca se fue al otro lado, lo mismo se hizo para preservar la cueva de los murciélagos); cuidamos las iguanas, los perritos (aunque a veces tengamos nuestros conflictos), las aves y a nuestro entrañable cocodrilo “Dientes” (que también es mascota multigeneracional).

Que veinte años no es nada, para compartir: pasteles de cumpleaños, el tuper, los desayunos con Vicente, las comidas con Doña Jenny, las tortas, las carnitas, el chicharrón, las ensaladas o la pizza a domicilio. El mismo entusiasmo y pasión le ponemos a la discusión académica, al proyecto y al baile en el festejo de aniversario y en la posada anual, ¡perdón!, la reunión de trabajo de cierre de año.

Que veinte años no es nada y que una Universidad de veintitrés años es una bebe, comparada con los 935 de la de Bolonia, o los 805 de la de Salamanca, o los 472 de la UNAM, pero igual la Unicaribe busca cumplir con su rol en nuestra sociedad, formando profesionales y ciudadanos y ciudadanas ejemplares, coadyuvando con el conocimiento científico a afrontar los retos que el desarrollo sustentable, humano, incluyente y equitativo nos demandan. Es un honor compartir con todos Uds. una vocación: la docencia; una causa: la educación; un proyecto: la Universidad del Caribe y un lema: Conocimiento y Cultura para el Desarrollo Humano.

Sentir, que es un soplo la vida y en estos veinte años Uds. siguen conmigo, con nosotros, aquí, a veces como colegas, a veces como líderes, a veces como colaboradores, a veces como profesores, a veces como estudiantes o como personas aliadas, pero siempre como gente buena con la que vale la pena compartir la vida en esta comunidad Unicaribe.

“No para siempre en la tierra: Sólo un poco aquí.” dice el poema de Netzahualcóyotl; sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, por lo que espero regresar en veinte años y me escuchen repetirles, actualizado, este mensaje.

Palabras del Dr. Pedro Moncada Jiménez 

en la Ceremonia de entrega de Reconocimientos a la Trayectoria Unicaribe, dentro de los festejos del 23 aniversario de la Unicaribe,el día 5 de octubre de 2023.

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La paz ya no es sólo la ausencia de la guerra

La paz ya no es sólo la ausencia de la guerra

 


Voces Universitarias | Gabriela Cruz*  

Cada año, el Día Internacional de la Paz se celebra en todo el mundo el 21 de septiembre. La Asamblea General de la ONU dedica esta fecha a fortalecer los ideales de la paz, mediante el respeto de 24 horas de no violencia y alto el fuego. Este año el tema es “Acciones para la paz: nuestra ambición para los #ObjetivosMundiales”.

Se trata de un llamado a la acción que reconoce nuestra responsabilidad individual y colectiva de promover la paz, lo que contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), considerando que alcanzarlos creará una cultura de paz para todos.

Y es que la finalidad de los ODS es acercarnos a sociedades más pacíficas, justas e inclusivas, libres de miedo y violencia. Sin embargo, la ONU considera que no se alcanzarán dichos objetivos sin la contribución y participación de una amplia gama de agentes, entre ellos los 1,200 millones de jóvenes que habitan el mundo en la actualidad.

Al analizar el mensaje, nos damos cuenta de que la paz es mucho más que ausencia de la guerra y que no sólo las grandes potencias o los gobiernos en conflicto bélico son los que pueden hacer algo. Si hablamos de sociedades más pacíficas, justas e inclusivas, libres de miedo y violencia, nos damos cuenta de que todas las personas podemos contribuir, desde nuestro ámbito de influencia, incluso, desde nuestra propia familia.

Y es que, ¿habrá paz en una familia que vive violencia? ¿Las hijas e hijos de esa familia se sentirán seguros y sin miedo? ¿Podemos decir que vivimos en paz en nuestra ciudad? ¿Vivirán en paz las personas trans, cuando ni siquiera pueden ir a un baño público sin temor a que les saquen a empujones? ¿Habrá paz en un barrio pobre, donde las adicciones y el desempleo son el único pan que comen cada día? La violencia que se genera en ese barrio, ¿se quedará ahí o saldrá hacia otras zonas en forma de asaltos, narcotráfico o balaceras?

Recientemente la SEP instruyó a las Instituciones de Educación Superior a implementar programas de cultura de paz en todas las universidades, entendiendo que la paz no es sólo la ausencia de la guerra, sino la resolución pacífica de conflictos. Y es que los conflictos son inherentes al ser humano, la violencia no. De esta manera, los programas de Cultura de Paz incluyen programas de autocuidado, bienestar físico, atención emocional, arte y cultura, etc.

En la Universidad del Caribe se implementaron una Ludoteca y una Sala de Lactancia para apoyar a las estudiantes o colaboradoras que son madres; además se trabaja un acuerdo de horarios flexibles para que las y los colaboradores tengan equilibrio entre su vida laboral y familiar, considerando que así mejorarán su salud física y emocional, con la consecuente mejora en la atención al público y del clima laboral.

Y ya que hablamos de justicia e inclusión, colectivas feministas como GOBERNANZA MX trabajan todos los días por defender los derechos de las mujeres y protestar por la violencia de género y los feminicidios, que tristemente, no descienden.

Así que la invitación para este 21 de septiembre es reflexionar como podemos, cada quién desde el sitio donde estamos, con lo que sí tenemos, con lo que sí hay y con lo que sí podemos, contribuir a construir la paz.

*Integrante del Comité de Igualdad, Universidad del Caribe.

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Paz y currículo universitario

Paz y currículo universitario


 

Voces Universitarias | Eduardo Suárez*   

 “Si comenzamos con nuestra necesidad de supervivencia, inmediatamente veremos que la paz es indispensable para la condición humana”, Johan Galtung.

Hay pocos estados humanos tan deseados como el que llamamos paz. Por la presencia casi ubicua de este vocablo en internet (880 millones de resultados en Google, en 0.31 segundos) cualquiera diría que se trata de un concepto comprendido y asimilado en todas las universidades del mundo: uno profundamente indagado por cuerpos de investigación y bien atendido por docentes comprometidos y capacitados, en asignaturas básicas al alcance no sólo de todo el estudiantado, sino además en cursos de capacitación dirigidos a todos los integrantes de una organización educativa superior. Nada está más alejado de la realidad que la suposición anterior.

La educación para la paz se ha decantado en todo el mundo como una necesidad formativa ineludible, pero continuamente soslayada por las instituciones universitarias, como si fuera un añadido curioso y pintoresco al plan de estudios o una forma de educar desde el entretenimiento y la ludificación. Muchas organizaciones internacionales, como la ONU, la OEA y la CEPAL han emitido ilustrativas guías, dirigidas a los formuladores de políticas educativas, en las que la han señalado como la innovación formativa más importante y necesitada de nuestros tiempos, y sin embargo...

Ciertamente, en las instituciones de educación superior se habla de sustentabilidad, condición y producto de la paz, pero en términos casi exclusivos de protección al futuro mundo económico. Se promueve la equidad de género, pero no se vincula a otros conceptos relacionados con la paz, como la no violencia. Se dan cursos de gestión del conflicto, pero enfocados sólo a la satisfacción de los clientes quejosos o al incremento de la productividad de los equipos de trabajo y no para encarar la desgarradora violencia que nos tiene, a todos y a todas, aterrados.

Todos los esfuerzos mencionados contribuyen no poco a la paz, pero son también una muestra clara de la involuntaria miopía ética, ideológica y psicológica que nos permite a las y los universitarios atender, sin compromiso, una indicación de gobernanza institucional, como la de promover culturas para la paz, sólo para continuar como estábamos, en un lamentable gatopardismo burocrático en que todo cambia para permanecer igual.

Parte de la explicación de por qué no queremos ver más que lo que está educativamente frente a nuestras narices —la excluyente y celosa pertinencia entre los estudios universitarios y la vocación económica de la sociedad— está en la enorme dificultad que tenemos para mirar de frente a la violencia cotidiana, la nuestra, la de todos y todas, y reconocer así que todo ser humano tiene latentes en su interior las semillas de la agresión descontrolada. Quizá es por esto que la filosofía y la psicología para la paz están en pañales y sus investigadores son reacios a alejarse de su torre de marfil cognitiva, temerosos de tomar posturas sociales y políticas comprometidas y públicas.

La conclusión, luego de hacer este institucional examen de conciencia, debería de ser ineludible: o educamos para la paz o convertiremos nuestro mundo en un posmoderno basurero, ensangrentado y lleno de infelicidad. Un escenario así, de Blade Runner, no debe ser nuestro destino forzoso.

*Profesor de Tiempo Completo, Depto. Desarrollo Humano, Universidad del Caribe

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El modelo de turismo de sol y playa ante el cambio climático

El modelo de turismo de sol y playa ante el cambio climático



Voces Universitarias | Dr. Pedro Moncada Jiménez*

Hace un par de décadas, cuando el cambio climático era una posibilidad lejana, en broma decíamos: mientras en el norte sean ricos y haga frío y en el sur más necesitados y haga calor, el modelo de turismo de sol y playa funcionará, advirtiendo: ¡mientras no nos alcance el cambio climático!

Hoy, desafortunadamente, el cambio climático se presenta como una realidad, el último reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (2023) señala un aumento global de la temperatura del 1.1 o C de 2011 a 2020 en comparación con el periodo de 1850 a 1900, acercándonos peligrosamente al límite marcado de 1.5 o C, con mayor aumento en la superficie terrestre que en los océanos.

Muchos destinos en el mundo lo han experimentado este verano, las temperaturas extremas de los países tradicionales para el verano en Europa: Italia y España, sufrieron olas de calor que hacía una tortura los típicos paseos en sus sitios y ciudades históricas; en Grecia, además, se desataron incendios devastadores que pusieron en riesgo a miles de turistas, lo mismo pasó en otros destinos alrededor del mundo como: Turquía, California, Hawái. Así, el turismo del verano de la recuperación después de la pandemia, se enfrentó a nuevos desafíos.

Pero no solo es el turismo de verano; menos dramático, pero en invierno también se han dejado sentir los efectos del cambio climático: inviernos más cálidos están afectando las temporadas de esquí, también el patrón de desplazamientos durante los meses fríos del hemisferio norte buscando climas menos duros, al menos unos días o semanas al sur, se atempera. Lo que puede afectar destinos como el Caribe Mexicano que tienen en el invierno su temporada alta.

Los océanos están sufriendo a nivel global con el calentamiento, el sargazo en el caribe y las afectaciones a las barreras coralinas (por mencionar dos de los grandes atractivos turísticos) lo están reflejando.

Como todo cambio, la tragedia de unos destinos se convierte en la oportunidad de otros, en Europa países como República Checa, Dinamarca, Irlanda y Bulgaria, más al norte y más frescos en verano se prevén como los ganadores de quienes repiensen sus futuras vacaciones veraniegas en Europa, según advierte la Comisión Europea de Viajes (CET).

Así, una característica central del turismo como es la temporalidad debida a las estaciones del año, tenderá a sufrir cambios por los primeros efectos del cambio climático, lo que se reflejará en el patrón estacional de cada destino turístico, con una posible tendencia a bajar los picos y redistribuir en las temporadas medias y bajas.

Eso es todo por esta ocasión, recuerda visitar el blog disponible en la página web de la Universidad del Caribe (www.unicaribe.mx) donde podrás leer esta y anteriores colaboraciones.

*Director del Centro de Investigación Interinstitucional Aplicada, Unicaribe.

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Resolviendo la problemática de los Viernes de Consejo

Resolviendo la problemática de los Viernes de Consejo

 

Voces Universitarias | Dra. Lorena Hernández von Wobeser*

¡Imagina lo vibrante de ver a niños aprender sobre la cultura romana mientras realizaban un tapete de mosaicos de verdad, se disfrazaban de romanos, construían un coliseo de cartón o jugaban a gladiadores en Roblox (videojuego)! 

Esto y más sucedió durante los “Viernes de Consejo: Civilizaciones 2022-2023”, proyecto impulsado por el Departamento de Economía y Negocios de la Universidad del Caribe, el cual concluyó el pasado 23 de julio. 

En dicho periodo se llevaron a cabo un total de 10 sesiones en las instalaciones de la universidad  para atender a los niños/as de la comunidad universitaria en los problemáticos viernes de consejo (último viernes del mes asignado por la SEP en el que los  niños no asisten a clases). 

Las y los hijos de colaboradores, profesores y estudiantes, de entre 4 y 12 años de edad aprendieron en dichas sesiones sobre distintas civilizaciones antiguas. Cada sesión fue dedicada a una civilización específica tales como los egipcios, los griegos, los romanos, los vikingos, entre otros. Las actividades incluyeron: arte, literatura, juegos, computación y deportes. 

El proyecto, impulsado por una servidora, tuvo la colaboración de la Lic. Samary Michelle Torres, responsable de Ludoteca, así como la estudiante de la Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Mitzy Estephanie Reséndiz. También participaron 25 estudiantes de servicio social y 3 voluntarias.

Las y los estudiantes de servicio social atendieron en este periodo a un total de  68 niños (34 niñas y 34 niños).  Generando un ahorro estimado para los miembros de la comunidad universitaria de al menos 87 mil pesos, considerando que el costo de una niñera o curso en viernes de consejo oscila entre los $250 y $300 pesos por infante. 

Las familias que cuentan con recursos económicos y redes de apoyo resuelven con facilidad la cuestión de los viernes de consejo. Por otro lado, las familias monoparentales, las migrantes de otros estados, aquellas donde ambos padres trabajan o con recursos limitados; se enfrentan ante el dilema de cómo cuidar a sus hijos sin desatender sus obligaciones laborales y académicas. 

Cabe resaltar que el proyecto tuvo una perspectiva de género ya que se considera que el cuidado de los hijos sigue siendo una responsabilidad que recae principalmente en las mujeres; de hecho, las principales beneficiarias de éste proyecto fueron mujeres (69.2% son madres de familia que se emplean o estudian en la universidad); mientras que de las 31 personas involucradas en planear y ejecutar el proyecto, el 80.6% fueron mujeres (en su mayoría estudiantes de servicio social).

Por todo lo anterior, se considera que el proyecto “Viernes de Consejo: Civilizaciones”, podría tomarse como referente de mejores prácticas universitarias no sólo en Quintana Roo, sino a nivel nacional. 

Con este proyecto, se pudo hacer extensivo el lema de nuestra universidad  “Conocimiento y cultura para el desarrollo humano” a los más pequeños de nuestra comunidad. 

*Profesora-Investigadora del Depto. Economía y Negocios, Universidad del Caribe.

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Formación docente en la Universidad del Caribe, verano 2023

Formación docente en la Universidad del Caribe, verano 2023



Fortaleciendo la formación universitaria: Una jornada de capacitación docente en la Universidad del Caribe | Departamento de Desarrollo Académico*   

En el panorama educativo actual, la capacitación continua de los docentes se ha convertido en un factor determinante para el éxito de las instituciones universitarias en México. En un mundo en constante evolución, donde la información y la tecnología avanzan a pasos agigantados, es imprescindible que los educadores estén preparados para enfrentar los desafíos que surgen en el aula. La capacitación continua no solo fortalece y actualiza los conocimientos y habilidades pedagógicas de los docentes, sino que también les permite adaptarse a las nuevas metodologías educativas, fomentar la innovación y mejorar la calidad de la enseñanza, en beneficio de los estudiantes y de la educación en general.

En consecuencia, este verano 2023, los docentes de la Universidad del Caribe fueron partícipes de una jornada de capacitación con el propósito fundamental de consolidar dos de las funciones sustantivas: la docencia y la tutoría; a partir de los diplomados institucionales, se llevaron a cabo una serie de cursos para fortalecer las habilidades docentes en los siguientes ejes formativos:

1. Didáctico-Pedagógico. Con el objetivo de recuperar los principios psicopedagógicos como bases para la creación y desarrollo de experiencias de aprendizaje con base a nuestro Modelo Educativo, se realizaron los cursos “Estrategias Didácticas” y “Desarrollo de Habilidades del Pensamiento: Técnicas didácticas”. Estas iniciativas brindaron a los docentes la oportunidad de identificar y aplicar una amplia gama de técnicas y estrategias de enseñanza, con el fin de diseñar secuencias didácticas que promuevan el desarrollo de aprendizajes significativos en nuestros estudiantes.

2. Competencia Digital. Ante el contexto de la educación en entornos virtuales, se han introducido programas de formación orientados a fortalecer la competencia digital docente en áreas cruciales, como la elaboración de material didáctico multimedia y la evaluación del aprendizaje en las nuevas modalidades educativas. En esta línea, se implementaron los cursos titulados "Evaluación de los Aprendizajes en Entornos Virtuales y No Presenciales" y "Diseño de Material Didáctico para Entornos Virtuales y No Presenciales". En estas iniciativas se han propuesto dotar a los docentes de las herramientas y conocimientos necesarios para abordar de manera eficaz los desafíos que conlleva la educación a distancia, permitiéndoles adaptar sus prácticas pedagógicas al entorno virtual y maximizar el impacto educativo en los estudiantes.

3. Acompañamiento Estudiantil. Con el propósito de fortalecer el papel central de la Tutoría en nuestra comunidad de tutores, se ofreció un taller titulado "Herramientas para la Tutoría"; en dos grupos distintos. Este taller tuvo como enfoque principal rescatar la esencia del Proceso de Acompañamiento Estudiantil que se lleva a cabo en nuestra Universidad, donde la Asesoría Académica y Curricular desempeñan un papel fundamental en la labor tutorial. En todo momento, se hizo hincapié en el cumplimiento de las normativas, procesos y procedimientos establecidos, resaltando la importancia de una de las acciones fundamentales de la tutoría: la contención frente a situaciones difíciles que expresan los tutorados.

Este enorme esfuerzo de capacitación continua integró a gran parte de nuestro cuerpo docente de prácticamente todos los programas educativos, contando con la participación de un total de 148 docentes, que se dieron cita en los diversos escenarios, tanto físicos como virtuales, con el único objetivo de mejorar sus conocimientos y habilidades docentes.


Esta encomiable labor de capacitación continua fue llevada a cabo por el Departamento de
Desarrollo Académico conscientes de la importancia de adaptarse a los cambios y desafíos
presentes en el entorno educativo actual, por lo que, mediante la recuperación de fundamentos psicopedagógicos, el fortalecimiento de la competencia digital docente y la consolidación de la tutoría como función sustantiva, se ha promovido el desarrollo de habilidades pedagógicas actualizadas y eficaces. Estos esfuerzos permitirán a los docentes ofrecer una educación de calidad, a través de aprendizajes significativos y adaptándose a las exigencias de la educación en entornos virtuales.

Es de reconocer la participación activa de los docentes en esta jornada de capacitación, que refleja su compromiso con la mejora continua y su dedicación para seguir brindando una educación de excelencia a los estudiantes. La Universidad del Caribe reconoce y valora la importancia de la formación permanente de sus docentes como pilar fundamental para el éxito y la calidad educativa.

Ser docente Unicaribe implica capacitación, actualización, constancia y suma de esfuerzos para lograr la misión y visión de la Universidad.






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Educar en paz y para la paz

Educar en paz y para la paz


 
De la cultura de paz a la educación para la paz

 Voces Universitarias | Eduardo Suárez*   

La educación para la paz es el proceso de enseñar y aprender acerca de las amenazas de la violencia y las estrategias para alcanzar una forma de vida significativa, tranquila, armónica y sustentable. Como propuesta educativa implica tanto una forma de pensar, una filosofía, como una manera de enseñar y aprender, un proceso formativo. En términos muy generales, educar para la paz promueve que las personas obtengan y mantengan el poder personal suficiente para cultivar conocimientos, aplicar habilidades y vivir bajo principios que transformen la violencia en comunidad productiva, cuidado solidario, compasión y reverencia por la vida.

La frase “Cultura para la Paz” se ha convertido en un lema casi ubicuo, uno al que nos podemos estar acostumbrando. Puede ser usado incluso como estrategia mercadotécnica. Las buenas intenciones venden bien: no es difícil imaginar la cerveza o el refresco de cola para la paz. La cultura es también un producto cotizable, uno que compite en el mercado de las ideas con varios apellidos: cultura financiera, deportiva, popular, académica, empresarial... Y no es el caso: la cultura para la paz no pertenece a este grupo, porque está muy por encima. Es un asunto de supervivencia básica y de máxima trascendencia.

Vivir en una sociedad caracterizada por una cultura para la paz es un deseo muy antiguo que se mantiene siempre moderno, uno que difícilmente vemos cumplido a cabalidad. Resulta entonces imprescindible defender este anhelo humano de la trivialización y la pérdida de su sentido profundo, uno que abarca aspectos tanto espirituales como filosóficos, científicos y humanistas. Lo más correcto, por el momento, es hablar de ella como aspiración, quizá la más alta y genuina de la humanidad.

La razón por la que la cultura para la paz permanece casi exclusivamente como anhelo, a pesar de su repetida presencia en el discurso político e institucional, está relacionada con su inefectividad para promover por sí misma lo que pretende. Por un lado, es demasiado fácil desear una cultura así; por el otro, es mucho muy difícil hacer operativas estas intenciones. La frase Cultura para la Paz se queda como eslogan publicitario si no tiene una base y un motor. No es posible vivir en una cultura para la paz si ésta no se enseña y se aprende, y no se puede enseñar y aprender la paz sin investigarla a fondo.

Así, la mejor forma de entender la paz es metafórica: la podemos imaginar como un triángulo cuyos vértices son la Cultura para la Paz, la Educación para la Paz y la Investigación para la Paz. Podremos vivir armónicamente y en paz si en las escuelas se enseña qué es y cómo se vive en ella, y esto sólo es posible si las y los docentes tienen qué enseñar; en otras palabras, si hay quien aumente continuamente nuestro conocimiento de esta altísima aspiración.

Es común encontrar planteamientos educativos que mencionen, una y otra vez, que promueven una cultura para la paz. Si en estas instituciones no hay un programa educativo explícito para lograr esa cultura y un programa efectivo de investigación que alimente esta formación, lo más probable es que se trate de una aspiración sin ningún sustento.

Las instituciones educativas quintanarroenses harían bien en incluir, de manera trasversal e integral y no como pegote, un sólido programa educativo para la paz, sostenido con esfuerzos serios de investigación. Esto es particularmente cierto alrededor de las habilidades para la resolución y transformación del conflicto. De cualquier otra forma, la frase “Cultura para la Paz” se escucha hueca, como anuncio comercial pegajoso y olvidable.

*Profesor-Investigador, Depto. Desarrollo Humano, Universidad del Caribe.

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Qué podemos hacer con nuestros desechos no reciclables

Qué podemos hacer con nuestros desechos no reciclables


 Voces Universitarias | Dra. Christine McCoy*   

¿Te imaginas una ciudad y un parque con bancas dignas y menos basura? Esa combinación existe y ya se está dando en algunas ciudades. Hay un estimado de que cada persona genera 1 kilo y medio de basura diario y todos esos residuos, si no son tratados adecuadamente, van a dar al relleno sanitario y en ocasiones acaban en la calle, tapando coladeras y colaborando a esos grandes charcos que bloquean las avenidas.

Existen los residuos valorizables, que son llevados al Reciclatón, como el vidrio, el cartón y el PET, que posteriormente serán reciclados, aplicando economía circular. Pero, ¿qué hacemos con los residuos no reciclables, como las envolturas de papitas y otros materiales?

Pero existe una solución a ello y son los Ecobricks, que posteriormente son utilizados para generar bancas en espacio públicos de las ciudades. Para hacer un Ecobrick tienes que guardar todas las envolturas y materiales que no son reciclables en una botella de refresco de 2 litros, en ella recolecta todos los residuos con paciencia y constancia. Iras viendo cómo se llena y también podrás darte cuenta de toda la basura que generas y que quizás podrías evitar. El eco ladrillo estará listo para ser donado una vez que cuando tú te pares en él esté tan duro que no se doble.

Entonces, ¿quieres una ciudad linda sin basura y con bancas en los parques para disfrutar de ellos? Comienza a llenar tu ecobrick y cuando esté listo dónalo para que lo usen en una banca y ayudes a evitar que la basura vaya a dar a la calle, generando inundaciones.

*Profesora-Investigadora del Depto. Economía y Negocios, Universidad del Caribe.

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El futuro del turismo nacional viene en tren

El futuro del turismo nacional viene en tren

 


Voces Universitarias
 | Dr. Pedro Moncada Jiménez*   

El desafío del cambio climático apremia a tomar medidas urgentes. De acuerdo con los últimos informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) el tiempo es escaso. El turismo, que aporta el 8% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), tiene su área de oportunidad en los transportes que son responsables de ¾ partes de esas emisiones. De los medios de transporte, la aviación es el menos eficiente medioambientalmente, pero es insustituible en los viajes de largo recorrido e internacionales; situación que sólo cambiará cuando haya desarrollos tecnológicos notables en el uso de eco combustibles o de otro tipo de aviones, estándar industrial que se ve lejano. Así, la alternativa más asequible está en bajar huella de carbono en los viajes nacionales.

Diversos estudios han comprobado que, en viajes de menos de dos horas y media, el tren es más eficiente medioambientalmente que el avión, de hecho, es el transporte más eficiente.

Calculando, en base a los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la persona que viaja en tren genera 20 veces menos emisiones de CO2 que quien viaja en avión, 7 veces menos que quien viaja en automóvil y casi 5 menos que quien viaja en autobús.

En Francia, durante la pandemia, las ayudas a la aviación se condicionaron a que se promoviera el hacer los vuelos nacionales en tren. Y esta política se consolidó con el decreto que entró en vigor el 23 de mayo de 2023, que prohíbe todos los vuelos de menos de dos horas y media, cuando haya disponible la alternativa de viajar en tren. Por lo que el avión se li
mita a viajes de largo recorrido e internacionales. Una iniciativa similar se está impulsando en España. Además, en países con redes de trenes bien desarrolladas, el tren es preferido al avión en viajes nacionales; es decir, es competitivo en distancia económica (precio y tiempo). Europa, Corea, Japón y China ya tienen en operación sistemas de trenes muy eficientes, que movilizan grandes flujos de personas en sus territorios. En USA están por enlazarse Miami y Orlando, en lo que parece ser el resurgimiento de los trenes de pasajeros.

Con la inminente entrada en operación del Tren Maya y la recuperación de esa opción de transporte en el sureste, es impostergable la actualización y modernización, en el resto del país, de una red ferroviaria que hace tiempo dejó de lado la movilización de personas. Así, ante el previsible aumento del turismo interno, se tendrá un transporte adecuado a los tiempos venideros. Además, es el único que compensa el impacto de su construcción y presta servicios ambientales al sustituir viajes, actuales y futuros, de medios más contaminantes como el avión, el autobús o el automóvil, por viajes con menos emisiones. Otra bondad es su servicio dual, al también usar las vías para mover mercancías, principalmente durante la noche.

Este cambio en el paradigma del transporte debe de aplicarse, como una estrategia urgente de adaptación y mitigación, para afrontar el calentamiento global y ayudará a hacer en México un turismo con baja huella de carbono.

Recuerda visitar el blog disponible en la página web de la Universidad del Caribe (www.unicaribe.mx) donde podrás leer esta y anteriores colaboraciones.

*Profesor-investigador de Turismo Sustentable, Gastronomía y Hotelería. Unicaribe.

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