¿Sabías que las Aptitudes Sobresalientes Intelectuales (ASI) son una neurodivergencia? Los recientes avances de las neurociencias han encontrado que el cerebro de una personas con Aptitudes sobresalientes Intelectuales es diferente. Se trata de un cerebro más interconectado, con un cuerpo calloso más grueso y con una mielinización de las neuronas más temprana. Este cerebro, que no es neurotípico (o dicho en palabras más sencillas “normal”), se traduce en personas que también tienen sus particularidades.
Las personas con Aptitudes Sobresalientes Intelectuales aprenden a una velocidad mucho mayor, no suelen requerir repetición y esto hace que usualmente se aburran en las aulas y espacios de trabajo. También suelen tener un nivel de reactividad sensorial, emocional y motriz/verbal mayor a la de otras personas. Es decir, tienden a ser más fácilmente irritables o más “intensos”. Al no ser identificada y atendida la población con ASI, puede presentar problemas como: dificultad de socialización con pares/autoridades, aburrimiento, fracaso escolar, dificultad para saber recuperarse de la frustración, falta de retos que les impide aprender a estudiar o a alcanzar metas para las que no están motivadas, ansiedad e incluso ideas suicidas.
Mientras que en otros países se apuesta fuertemente a la identificación de esta población para ayudarles a alcanzar su máximo potencial; todavía en países como el nuestro están invisibilizados. Si bien existe una normativa de la SEP para identificarlos y atender su inclusión, usualmente en las escuelas se les pide guardar silencio en el aula y se les presiona para “contenerse” mientras todo a su alrededor transcurre a una velocidad, que ellos consideran, demasiado lenta.
Hoy en día las palabras “inclusión” y “adecuación curricular” se escuchan frecuentemente. Cada vez los gobiernos, las instituciones educativas, los terapeutas y las familias, estamos más conscientes de la inclusión. Pero usualmente la población con Aptitudes Sobresalientes Intelectuales, suele ser la más invisibilizada y también la menos atendida. Los mitos respecto a esta población, hacen pensar que una persona con alta capacidad intelectual o incluso superdotación, no necesita ayuda, en comparación con lo que se observa con la población en el otro extremo de la curva normal. Sin embargo, nada más alejado de la realidad de muchas familias.
En otoño 2024, la Universidad del Caribe presentó el Programa de Inclusión Educativa (PIE), así como el Diplomado en Formación de Facilitadores en Educación Inclusiva. Esto vino acompañado de la creación del Departamento de Inclusión Educativa de esta institución. De acuerdo con nuestra rectora Marisol Vanegas, con este proyecto: “la Unicaribe se suma a las 39 universidades del país, que ya cuentan con programas de inclusión”. El PIE, hasta ahora tiene consideradas tres fases dirigidas al siguiente tipo de población: 1) personas con discapacidad intelectual, 2) personas con discapacidad motriz y sensorial y 3) personas de la tercera edad (Universidad del Caribe, 2024).
En mi interés por sumar a dicha línea institucional de la inclusión, este año doy inicio a una investigación en este tópico, que busca generar propuestas para atender las necesidades específicas de personas con Aptitudes Sobresalientes Intelectuales (ASI). Este proyecto estará vinculando a la Universidad del Caribe con la comunidad, ofreciendo actividades de enriquecimiento extra-curricular para niños y jóvenes con Aptitudes Sobresalientes Intelectuales. También volcará sus esfuerzos para detectar e impulsar a los estudiantes universitarios con este perfil.
Tal como lo están haciendo otras universidades del país, como la UNAM, Universidad de Guadalajara (programa INGENIUS), la Universidad Autónoma de Baja California (programa Altas Capacidades) y la Universidad Autónoma de Querétaro (programa Altas Capacidades UAQ).
Este proyecto también pretende sumar sus esfuerzos, a la importante labor que realiza la USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular) y la Secretaría de Educación del país para visibilizar y atender tempranamente a esta población.
*Profesora del Departamento de Economía y Negocios, Unicaribe.