Voces Universitarias | Lic. Pedro Moncada Jiménez*
Éstas y otras muchas preguntas están haciéndose las y los jóvenes que en este primer semestre del año terminan su preparatoria o bachillerato, además de quienes dejaron sus estudios, y desean estudiar una carrera a nivel licenciatura. Ellas y ellos son una generación afortunada, dado que no tienen que salir de la ciudad o del estado para tener alternativas variadas y de calidad, tanto en instituciones públicas como privadas, como tuvimos que hacerlo generaciones anteriores.
Es evidente que en el proceso de enseñanza aprendizaje, el resultado: una preparación profesional y personal sólida, depende mayormente del esfuerzo individual. No en vano los modelos educativos han basculado de un elemento a otro de dicho proceso, pasando a centrarse en los aprendizajes en los últimos años. Pero a pesar de que una persona puede lograr aprovechar mejor los elementos que dispone una institución para su formación y desarrollo, es importante que ésta cuente con los elementos clave. Es decir, es posible que de universidades e instituciones de educación superior (IES) sin capacidades e instalaciones clave puedan salir buenos profesionistas por su esfuerzo individual, pero lograrían mucho más en instituciones con los recursos adecuados. A la inversa, aun a instituciones con todas las condiciones pueden egresar personas mínimamente preparadas, por no hacer su parte del proyecto de formación.
En nuestro país los prejuicios con que se etiquetaba a la Universidad pública (“politizada”), y parte de la privada (“patito”), se han venido abajo con la aparición de dos elementos: los rankings y las acreditaciones. A partir de la aparición en 2003 del Ranking Académico de las Universidades del Mundo (ARWU) o ranking de Shangai, y otros que han aparecido posteriormente a diversos niveles, se ha desatado una corriente que ha puesto el piso parejo para todas las universidades públicas y privadas del mundo. En estos rankings la que siempre aparece como la mejor de Latinoamérica es una Universidad pública: la UNAM. Aun son escasos los rankings a nivel estatal o regional, que nos permitan poner en perspectiva el panorama de las IES de Quintana Roo y la península de Yucatán.
Más puntuales son las acreditaciones de programas educativos que realizan los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A.C. (COPAES), o la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) que atiende a IES privadas, estas instancias evalúan los propósitos de cada programa educativo, su claridad y pertinencia, así como verificar si el programa cuenta con las condiciones de todo tipo para cumplir sus objetivos. Las áreas que evalúan abarcan entre otras: el plan de estudios, laboratorios, talleres e instalaciones para actividades académicas, deportivas y culturales, bibliotecas, el personal docente, la realización de las actividades sustantivas de: docencia, investigación y extensión, los sistemas de soporte escolar, tutorías, la administración y gestión institucional, todos ellos alrededor del estudiante. Además evalúan los impactos de ese proceso: la aceptación de la/los egresados por sus empleadores en los sectores público, privado y social y/o su impacto como personas emprendedoras o actores relevantes en la sociedad. Es decir, evalúan que existan las condiciones óptimas para que quién curse esos programas educativos tenga los mejores elementos para tener una preparación adecuada que maximice su esfuerzo de formación y desarrollo profesional y personal.
Así que, jóvenes, ante la decisión que marcará en mucho su proyecto de vida, antes de tomar su decisión sobre donde estudiar, procuren revisar las acreditaciones de los programas educativos que deseen estudiar y revisen la posición en los rankings de la Universidad o IES a la que están considerando incorporarse, puede ayudarles a hacer la mejor elección posible.
* Secretario Académico de la Universidad del Caribe pmoncada@ucaribe.edu.mx, Doctor en Turismo (Cum Laude) por la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid España.