Los estudiantes centennials y la inteligencia artificial

Los estudiantes centennials y la inteligencia artificial



Voces Universitarias | Dr. Ricardo Sonda de la Rosa*

 La Generación Centennial (nacidos entre 1990 y 2010), con su acceso casi permanente a teléfonos inteligentes, ha integrado la inteligencia artificial en su vida cotidiana, incluyendo sus estudios. Esto plantea la importante cuestión de cómo están utilizando esta tecnología y si lo hacen de manera ética y responsable.

Es en este momento de la historia donde el Desafío Ético del Uso de la IA en la Educación toma principal importancia ya que la facilidad para generar contenido con IA presenta desafíos éticos cruciales, especialmente en el ámbito educativo:

- Originalidad y Plagio: Es fundamental que los estudiantes comprendan la importancia de la autoría original y las consecuencias del plagio, incluso al usar IA para tareas sencillas.

- Pensamiento Crítico y Autonomía: Si bien la IA es una herramienta útil, no debe reemplazar el desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas de forma independiente.

- Responsabilidad y Transparencia: Los estudiantes deben comprender el funcionamiento de las herramientas de IA y ser responsables de su uso. Esto implica una reflexión ética sobre las implicaciones de la tecnología en su aprendizaje y su desarrollo personal.

El futuro de la educación con la IA crea interesantes posibilidades:

- Personalización del aprendizaje: Adaptación del ritmo y contenido a las necesidades individuales.

- Automatización de tareas: Liberando tiempo para que los docentes se centren en la interacción con los estudiantes.

- Mayor acceso a la educación: Facilitando el aprendizaje a distancia y a personas con limitaciones de acceso.

- Nuevos métodos de evaluación: Evaluaciones más completas y precisas del progreso del estudiante.

- Desarrollo de habilidades de búsqueda: Facilitando el acceso a la información.

Sin embargo, también presenta desafíos:

- Interpretación y análisis humano: La IA no debe reemplazar la capacidad humana de interpretar y analizar información.

- Equidad en el acceso a la tecnología: Es necesario garantizar el acceso equitativo a las herramientas de IA.

- Consideraciones éticas y pedagógicas: Es crucial una planificación cuidadosa y una reflexión profunda sobre el uso responsable de la IA en la educación.

Concluyo, en lugar de reprimir el uso de la IA, es importante fomentar la reflexión sobre sus implicaciones éticas. El futuro de la educación con IA es prometedor, pero requiere un enfoque responsable que beneficie a estudiantes, docentes y a la comunidad en general.

Profesor-Investigador, Departamento de Turismo Sustentable, Gastronomía y Hotelería, Universidad del Caribe, rsonda@ucaribe.edu.mx

Leer más

Hacia una ética de la compasión

Hacia una ética de la compasión
Imagen: "Las madres"- Kathe Kollwitz


Voces Universitarias | Dra. Carmen Lilia Cervantes Bello*

 La palabra compasión en su origen etimológico (del vocablo griego sympátheia) se puede entender como el acto de generar empatía y entender el dolor de los demás, en pocas palabras, sufrir juntos. Desde la perspectiva oriental, principalmente en el budismo, la compasión es la esencia que exalta al espíritu fomentando la capacidad de aceptar, tolerar y sentir amor por el Otro. Una herramienta que nos permite comprender que no existe un yo separado del resto del mundo, estamos en todas las cosas y todas las cosas están en nosotros, esto es la naturaleza del interser, yo estoy en ti y tú estás en mí.

Sin embargo, desde la visión occidental donde impera la mirada fragmentada e individualista y la degradación humana se alimenta del miedo, el odio, la avidez y la ignorancia. La compasión se presenta como sinónimo de vulnerabilidad y pérdida de poder; ya que para que todas estas formas básicas de violencia y excesos del capitalismo que conducen al sufrimiento de la humanidad se materialicen, es necesario un proceso de deshumanización que implica derribar toda barrera emocional, moral y política. Cada vez más hay mayor insensibilidad al sufrimiento del Otro, conductas que conducen a la falta de solidaridad y cooperación en todos los niveles, así como a una menor preocupación por los más vulnerables y desfavorecidos.

En este sentido, necesitamos una nueva forma de mirar que nos conduzca a una nueva forma de vivir. Entender que el enemigo no es el Otro; el verdadero enemigo es el odio, la ira, la envidia, la violencia, la discriminación, etcétera. Por consiguiente, debemos apostar por cultivar relaciones que se sustenten en los principios de reciprocidad, correspondencia y afectividad, lo que no necesariamente implica la erradicación de las diferencias, sino su aceptación. Terminemos con la visión utilitaria y unidireccional, en la que una parte sólo da y la otra sólo recibe.

Si el siglo XX se ha caracterizado por el individualismo, la indiferencia y la intolerancia, nos encontramos en el momento adecuado para diferenciarnos de las generaciones anteriores, para reconciliarnos con lo que rechazamos, ser capaces de entrar en contacto con nuestro propio sufrimiento y el que nos rodea, para aprender a ser generosos y entrenarnos en la paz.

Lo anterior, no implica convertirnos en seres pasivos, sin carácter o fuerza. Se trata de reconocer nuestra determinación para perseverar y canalizarla de forma creativa y positiva, en lugar de optar por la violencia. Tenemos que elegir sabiamente nuestras batallas, no depositar nuestra energía en situaciones que no valen la pena y que restan energía. Como señala Thích Nhấất Hạạnh el meditador, el artista y el guerrero son tres aspectos de tu persona que se deben movilizar en conjunto; si eres un líder en tu comunidad, tienes que cultivar estas tres áreas para poder ofrecer equilibrio, fuerza y frescura a las personas que te rodean.


*Profesora-Investigadora, Depto. Economía y Negocios, Universidad del Caribe.

Leer más

Oportunidades para el emprendimiento

Oportunidades para el emprendimiento

Voces Universitarias
 | Angelica Selene Sterling Zozoaga*

 Las micro y pequeñas empresas son una fuente importante de generación de empleos, crecimiento económico y distribución del ingreso. En número, pueden alcanzar más de 95% de las unidades económicas en un país. En México se estima que existen más de 5 millones de negocios y según el INEGI, 98.7% son Mipymes, que en su mayoría están enfocadas en el comercio y servicio.

Específicamente, los establecimientos con servicio de alimentos y bebidas en el país aportan 1.4% del PIB nacional y 3.7% del PIB generado por empresas de servicios. La industria restaurantera, comparada con otras, presenta menores barreras de entrada, lo que permite que se inicie un emprendimiento de una manera relativamente fácil si se tiene un capital modesto y habilidades culinarias. Entre 2018 y 2021, el número de negocios creció 3.3% anual en promedio, mientras que para 2024 se esperaba que creciera un 4%. Esta entrada constante de nuevos negocios genera diversificación de la oferta y un importante número de competidores. A pesar de lo anterior, las estadísticas muestran que más de la mitad de establecimientos que abren fracasan al primer año y 80% no sobreviven más de cinco años.

Si bien existen factores externos que no se pueden controlar, como la situación económica, la inflación y la inseguridad que pueden incidir en este fracaso, también existen factores internos relacionados con las capacidades de administración y gestión del negocio, el acceso a financiamiento, entendimiento del mercado y los consumidores y el desarrollo de alianzas estratégicas que pueden hacer la diferencia entre alcanzar el éxito y posicionamiento o no tener otra opción más que cerrar.

En este sentido, existen diferentes iniciativas por parte de organismos tanto públicos, como privados que ponen a disposición de la población cursos, talleres y capacitaciones relacionados con el emprendimiento. En la Universidad del Caribe, dentro del programa de Vinculo comunitario está el curso de Cocina y Emprende, el cual combina clases teóricas que contemplan desde la idea del negocio, hasta su comercialización con talleres prácticos donde se hace el desarrollo de productos gastronómicos. Las clases se imparten los sábados e inician a partir del 9 de febrero. El curso está abierto a toda la comunidad sin costo de inscripción. Para mayores informes pueden escribir a asterling@ucaribe.edu.mx.

*Profesora-Investigadora, Carrera de Gastronomía, Universidad del Caribe.

Leer más

Posmodernidad y la ilusión de tolerancia

Posmodernidad y la ilusión de tolerancia

Voces Universitarias | Víctor Cantero Flores*

 El pensamiento posmoderno ha cuestionado el valor que tradicionalmente se le ha otorgado a la verdad y a la objetividad. Una manera en la que esta crítica ha tomado forma es el pensamiento relativista. El relativismo, de una manera muy simple, es la afirmación de que la verdad es relativa: relativa a cada persona, a cada cultura, a cada tiempo, a cada gusto, etc. A primera vista, el relativismo enfrenta dificultades insuperables. No solo parece ser una postura autocontradictoria (solo basta preguntarnos si la afirmación “todo es relativo” es en sí misma relativa para darnos cuenta), sino que parece muy difícil ser un relativista serio en la vida real (nadie cuestiona las leyes de la física cuando se está en un avión a tres mil metros de altura). Sin embargo, el relativismo es una postura que se niega a morir, no importa cuántas veces parezca que ha sido herida de muerte.

Un lugar en el que el relativismo ha encontrado un refugio y aceptación es en la lucha por la libertad, el respeto, la tolerancia, la justicia social y la democracia. La pluralidad de ideas, puntos de vista y formas de ser que dan contenido a una vida democrática parece congeniar bien con el relativismo. Así visto, parece ser la puerta al respeto y a la tolerancia.

No obstante, la impresión de autocontradicción reaparece cuando examinamos esta perspectiva. Para percatarnos de ello, preguntemos: ¿son la libertad, el respeto, la tolerancia, la justicia social y la democracia valores relativos también? Alguien podría aplicar la perspectiva relativista a estos valores: por ejemplo, el respeto es valioso solo de manera relativa. Pero, con respecto a alguien que no lo valora y muestra poco o nulo respeto por las ideas de los demás, ¿qué hacemos con alguien así? ¿Lo respetamos? ¿Lo ignoramos? La respuesta no es clara, y no es clara porque la postura relativista es compleja y difícil de entender y vivir. En este sentido, el relativismo parece llevarnos en la dirección contraria. Esto no es una objeción definitiva a esta manea de pensar –el relativismo siempre parece revivir y levantarse sin importar cuántas veces caiga—, pero al menos tener estas consideraciones en mente nos permite tener una mirada más crítica y no subirnos al tren del relativismo sin saber a dónde nos puede llevar.

*Profesor-Investigador, Depto. Desarrollo Humano. Universidad del Caribe

Leer más