Un nuevo panorama en el entorno laboral

Un nuevo panorama en el entorno laboral

 


Voces Universitarias | Ilse G. Mandujano Wild*

Hasta el día de hoy, las cifras reportadas por la Secretaría de Salud sobre los casos confirmados  del Covid-19 superan por mucho al millón de personas confirmadas y, desafortunadamente, más de 100 mil fallecidos. Las consecuencias de esta pandemia, no sólo en México, sino en el resto del mundo han desencadenado una caída en la actividad económica, que ha dejado prácticamente de un día para otro a millones de seres humanos sin un empleo que les permita satisfacer las necesidades más básicas de su familia, lo que ha incrementado alarmantemente los índices de pobreza y ha afectado física y emocionalmente a las personas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación de Empleo que realiza el INEGI, del 3er. Trimestre de 2019 al 3er. Trimestre de 2020 se redujo el tamaño de la fuerza laboral de 57.8 millones de personas ocupadas a 53.8 y la Población No Económicamente Activa se incrementó de 37.6 millones en el 3er trimestre de 2019 a 43.1 millones en el 3er. Trimestre de 2020.  

El panorama, a corto plazo se ve complicado por la incertidumbre que hay hasta ahora de la efectividad de las vacunas que se están desarrollando y porque la recuperación de la economía podría tardar hasta dos años en alcanzar niveles similares a los que se tenían antes de la llegada del coronavirus.

Sin embargo, ésta es una situación lamentable, pero enriquecedora. El gran científico Albert Einstein aseguraba que la crisis trae progreso, porque la creatividad nace de la angustia. Es en la crisis, donde el ser humano desarrolla su inventiva y al superar la crisis se supera a sí mismo. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno. 

La difícil situación que estamos experimentando en el planeta nos está obligando a adaptarnos a una nueva realidad y a desarrollar habilidades que estaban escondidas mientras vivíamos en nuestra zona de confort. La pandemia ha generado cambios estructurales en el mercado laboral, ya que éste, se ha reducido, es más competitivo, más exigente, más retador; pero también ha fortalecido el trabajo colaborativo, el trabajo basado en resultados, la innovación, la sustentabilidad, el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas. Nos ha hecho descubrir y sacar provecho de nuestros talentos  para suplir los empleos que creímos que teníamos asegurados, y poder llevar el sustento a nuestras familias. 

Debemos estar conscientes de que en adelante, para favorecer nuestra empleabilidad y poder contar con un trabajo que nos permita crecer, realizarnos, vivir dignamente, satisfacer las necesidades de nuestras familias, progresar y enfrentar los retos que nos presenta la vida diaria, cobrará más importancia el mantenerse actualizado en todo lo relacionado a nuestra profesión o nuestro oficio, así como la aplicación de la tecnología en nuestras actividades laborales, pero principalmente el desarrollar las llamadas habilidades blandas, como lo son: la solución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad, el liderazgo, el trabajo en equipo, la asertividad en la toma de decisiones, la orientación al servicio, la negociación, la flexibilidad, el compromiso, la responsabilidad, la disponibilidad. Nos tendremos que adaptar y aceptar los cambios, mantener abiertos nuestros canales de comunicación, generar redes de contactos profesionales y actuar siempre con ética y responsabilidad social y ambiental.   

En este contexto, el modelo educativo de la Universidad del Caribe responde a los requerimientos de formación profesional que demanda la sociedad contemporánea. Sabemos que la fórmula para que nuestros egresados salgan adelante, se conviertan en agentes de cambio y contribuyan al progreso social, económico y cultural del Estado y del País, está basada en la formación integral que adquieren en la institución y que contempla el desarrollo de conocimientos, habilidades, competencias y valores socialmente significativos. Con estas herramientas, los estudiantes que egresan de la Unicaribe se posicionan competitivamente en el mercado laboral y participan activamente en la solución de los problemas de la comunidad.

*Jefa del Depto. Prácticas Profesionales, Universidad del Caribe.


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La educación, más allá de la COVID-19

La educación, más allá de la COVID-19

 


InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

La Organización de las Naciones Unidas no se anda con medias tintas. En su “Informe de políticas: Educación durante la COVID-19 y más allá”, esta importante instancia internacional urge al mundo entero a prevenir que una crisis de aprendizaje se convierta en una catástrofe generacional. Así, con esa claridad.

La ONU subraya que la educación no sólo es un derecho humano sino además es un derecho habilitador, uno que tiene impacto directo y definitivo en todos los demás derechos humanos. Afirma que la educación es un bien global de la comunidad mundial y el motor directo de todos los objetivos del desarrollo sostenible. Esta organización considera que la educación es el fundamento sobre el que descansan todas las sociedades justas, equitativas, pacíficas e incluyentes.

Queda claro que la medida más significativa para regresar a la normalidad educativa es detener los contagios, los rebrotes y los repuntes de la pandemia. Sin embargo, la ONU señala que hacer esto es solo el principio de un replanteamiento estratégico de la educación. Es necesario hacer mucho más. ¿Cómo qué?

Las autoridades nacionales y la comunidad internacional deben proteger el financiamiento del esfuerzo educativo, así como darle prioridad en la planeación y el presupuesto gubernamentales.

Además, la ONU urge a fortalecer la resiliencia de los sistemas educativos, que no es otra cosa que su capacidad para resistir embates disruptivos. ¿Cómo? Mediante la equidad y la inclusión en su matrícula, el refuerzo de la capacidad organizacional para el manejo de riesgos, el liderazgo fuerte, la comunicación efectiva con la comunidad y la consulta constante con especialistas que faciliten la innovación.

Eso no es todo; es necesario reparar la calidad de los aprendizajes, muy deteriorados por la educación de emergencia, detener el abandono estudiantil, que amenaza especialmente a los grupos sociales más marginados, así como aumentar la oferta de programas de capacitación que preparen para la empleabilidad a corto plazo. 

Esta organización enfatiza lo que no debería de requerir énfasis: en todas las escuelas es indispensable incrementar el apoyo técnico y pedagógico a la docencia. Quizá lo más llamativo es su sugerencia de incluir la conectividad (acceso a wifi y redes) en el derecho a la educación, así como la de fortalecer el monitoreo del esfuerzo educativo mediante el análisis de datos, los que abundan, inútiles, por la tecnificación forzada del aislamiento.

Según la ONU, todo esto debe llevar a la flexibilización y articulación efectivas de los sistemas educativos y de capacitación, para hacerlos más resistentes y creativos. Es imposible no estar de acuerdo.

Si leemos detenidamente este informe, podemos darnos cuenta de que recomienda lo que no debería requerir recomendación. ¿Por qué? Porque lo deberíamos de estar haciendo desde siempre. 

Se puede consultar el documento en: https://unsdg.un.org/es/resources/informe-de-politicas-educacion-durante-la-covid-19-y-mas-alla

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe

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Covid: carambola perversa de muchas bandas

Covid: carambola perversa de muchas bandas

 


InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

Los virus no son parejos. Su impacto es diferenciado: no es lo mismo contraer una enfermedad si uno es hombre o mujer, joven o viejo, si tiene trabajo o está desempleado, si pertenece a una clase acomodada o a una en desventaja económica... Sin embargo, la situación no es así de simple de entender; quienes tienen ventajas están muy lejos de estar seguros. Falta la otra mitad, que no ha sido cabalmente comprendida: el efecto democratizador de la pandemia.

Si algo ha hecho la Covid-19 es desnudar las injusticias sociales, con una fuerte lección: Si enferman los más desamparados, la sociedad completa sufrirá fatalmente las consecuencias. Esto no es ideológico, es el más ramplón sentido común. 

¿A quiénes, entonces, se debe apoyar diferenciadamente? Ésta es una pregunta compleja. Una que requiere una reflexión detenida y muy honesta, porque si alguien se infecta todos estamos en riesgo. El virus muestra, peligrosamente, la necesidad de construir una sociedad más equitativa.

Es indudable que el impacto de la pandemia es más severo en las familias en desventaja social. Sus problemas incluyen, entre muchos ejemplos posibles, la interrupción del aprendizaje de niños y niñas en las escuelas, el deterioro en su nutrición y la disminución de calidad en el cuidado más elemental, por no mencionar la catástrofe económica, que se ha llevado los reflectores. 

El desempeño escolar de los hijos de estas familias depende de la estrecha relación que ellos forman con sus profesores y profesoras, porque a veces ellos y ellas son los únicos adultos capaces de sustentar el crecimiento intelectual de los niños, ante la educación deficiente que recibieron sus padres, quienes no cuentan con el capital cultural de familias más acomodadas. Es difícil que una familia con estas características encare el fuerte problema que representa la imposición de un rol muy exigente: que padres y madres se tornen, de la noche a la mañana, en auxiliares docentes improvisados.

Estos padres enfrentan problemas que generan un círculo vicioso: si todavía cuentan con un empleo, se verán en la necesidad de faltar al trabajo ante la imposibilidad de dejar solos a sus hijos, quienes ya no pueden ir a la escuela. Y si se quedan en casa para apuntalar su educación en riesgo, lo harán en una situación de ansiedad y zozobra, lo que evidentemente dificulta el cuidado y la formación infantil. Este círculo perverso, de problemas económicos, familiares y educativos afecta gravemente cualquier tipo de productividad. Es un dilema de cuernos muy puntiagudos.

Además, la pandemia requiere de una visión de género. Según la Wikipedia, las mujeres son cerca del 70% del personal destinado al cuidado de la salud, con lo que ellas tienen mayores riesgos de contraer la enfermedad y de infectar a sus familias. Las enfermeras, por ejemplo, enfrentan el doble filo de este dilema: tienen mayor riesgo en su trabajo y casi siempre son las encargadas del cuidado infantil en sus casas. El peligro para estas familias es tremendo, lo que representa una gran inequidad. 

Por si fuera poco, la violencia familiar y contra las mujeres se ha incrementado por la enorme presión que el encierro ha impuesto a la sociedad. Es indignante que los feminicidios sigan ocurriendo en nuestra ciudad y en nuestro país.

¿A quiénes, entonces, se debe apoyar diferenciadamente? No es tan difícil de responder: debemos dar un trato especial a niños y a mujeres, quienes se llevan la peor parte de los castigos pandémicos. Si no practicamos la justicia social como forma de vida, el virus nos obligará a ser equitativos. Es una cuestión elemental de supervivencia.

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.

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La importancia y los retos de enseñar temas controversiales (Segunda parte)

La importancia y los retos de enseñar temas controversiales (Segunda parte)

 


InnovACCIÓN | Marcela Gleizer*

En la primera entrega de esta serie sobre la enseñanza de temas controversiales presentamos los argumentos del Consejo de Europa en favor de incorporarlos dentro del currículo escolar. En una sociedad cada vez más polarizada -valga como ejemplo la reciente elección en nuestro vecino del norte- la escuela tiene la responsabilidad de enseñar a discutir sobre los temas que dividen a la opinión pública de manera constructiva. Si no se les brinda a las y los estudiantes la oportunidad de externar sus preocupaciones sobre temas controversiales en el salón de clase, dentro de un ambiente seguro y guiados por su docente, ¿dónde más aprenderán a hacerlo? ¿Cómo adquirirán las habilidades para interesarse por lo que otras personas sienten y piensan? ¿O las necesarias para establecer un diálogo que no se limite a la descalificación del oponente? La enseñanza de temas controversiales es fundamental para preparar a las y los estudiantes para la participación democrática. 

Sin embargo, adelantábamos, enseñar temas controversiales tiene sus dificultades pedagógicas. En relación al manejo de grupo, por ejemplo, es necesario alentar a los estudiantes a que escuchen otros puntos de vista, que respeten a sus compañeros con ideas diferentes y que aprecien sus opiniones. Además, se requiere mantener el control si la discusión sube de tono, para que todos puedan expresarse libremente y, en el escenario opuesto, ser capaz de incentivar la participación cuando prevalece la apatía o la indiferencia. También está la cuestión de cómo proteger la sensibilidad de estudiantes afectados directamente por el tema. Y en términos de la información, el reto es presentarla de manera balanceada, haciendo justicia a las distintas posiciones. También cabe preguntarse por el rol de las propias creencias y valores del docente. ¿Deben mantenerse al margen para erigirse en un árbitro “neutral” o expresarse abiertamente? 

No hay recetas únicas sobre la mejor manera de enseñar temas controversiales. Aún así, y sin ánimos de ser exhaustivos, compartimos en este espacio algunas estrategias y herramientas que pueden orientar a quienes incursionan en estos contenidos.

En primer lugar, es importante que el docente esté familiarizado con las distintas posiciones alrededor del tema controversial, para que anticipe el tipo de discusiones que se pueden suscitar y esté preparado para manejarlas. También es recomendable contar con una idea general acerca de lo que piensan nuestros estudiantes. Una breve encuesta anónima que registre posiciones “a favor” o “en contra” de la cuestión a tratar nos puede dar una rápida idea acerca del nivel de polarización del grupo. Esto, a su vez, permite definir qué rol conviene al docente jugar en cada caso:  el de un moderador o moderadora neutral si el grupo está equitativamente dividido, el de “abogado del diablo” que cuestione e incentive la participación en caso de que prevalezca una posición homogénea, o el de miembro activo del equipo de una posición minoritaria, para “equilibrar” la discusión y asegurarse que la minoría tenga espacio para hacerse escuchar. 

Por otra parte, para que un debate o reflexión acerca de un tema controversial tenga éxito y resulte valioso e interesante, es ideal que también los estudiantes se preparen con anticipación: el análisis previo de textos, videos, y demás recursos les permitirá distinguir las diferencias entre las posturas alternativas y tomar una posición personal. Nuevamente, el rol del docente es fundamental, eligiendo materiales didácticos que aclaren y enriquezcan la comprensión de los temas y aportando claves de lectura para identificar simplificaciones o sesgos.

Otro aspecto fundamental para propiciar dinámicas exitosas es definir previamente el formato con el cual se va a discutir el tema en cuestión. Mantener el diálogo dentro de parámetros preestablecidos da certidumbre y minimiza el riesgo de que los estudiantes interpreten que el docente no está siendo imparcial. Aquí hay muchas posibilidades, de acuerdo al tema, el grupo y el estilo personal de enseñar. Las participaciones, por ejemplo, pueden ser orales o escritas. Las primeras tienden a ser más apasionadas y generan más involucramiento. Las segundas exigen más reflexión, y pueden ser una buena alternativa para bajar la tensión o para evaluar razonamientos con mayor atención. Ambas pueden intercalarse en distintos momentos. Los estudiantes pueden defender su propia posición, lo cual motiva la participación; o la postura rival, que los invita a ponerse en los zapatos del otro y a ver las cosas desde nuevas perspectivas. Las participaciones pueden seguir un orden preestablecido, espontáneo o aleatorio (utilizando aplicaciones como “the wheele of names”). Cada una tiene sus ventajas y desventajas: la primera fomenta mayor preparación de las intervenciones, la última que todos estén atentos e involucrados porque pueden ser los siguientes en tener que intervenir.

Como puede observarse, hay muchas decisiones que tomar. Todas implican trabajo de planificación y algún tipo de riesgo. Muchas veces las cosas no salen como las planeamos. Pero otras quedamos sorprendidos y esperanzados al ver el nivel de reflexión y diálogo que pueden alcanzar nuestros estudiantes. Es por momentos como estos que la apuesta por los temas controversiales vale la pena.

* Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.

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Solo por contextualizar…

Solo por contextualizar…

 


Voces Universitarias | Por Pilivet Aguiar Alayola*

El domingo 08 de noviembre se encontró el cuerpo de una joven cancunense que había sido reportada como desaparecida. Fue asesinada con saña y abandonada en distintas bolsas de plástico. En sus redes sociales había señalado varias veces su temor a las violencias contra las mujeres. Sus padres y amigos convocaron a una protesta frente a la fiscalía del estado de Quintana Roo ubicada en la ciudad de Cancún.


Este caso generó fuerte impacto en las y los ciudadanos, y es que se une a otros casos de mujeres asesinadas, casos que no han sido resueltos ni se han aprendido a los asesinos.

Solo por contextualizar, en los primeros días de noviembre se han reportado: a una mujer hallada muerta en un hotel, a otra asesinada en Tulum, a una joven asesinada dentro de un predio en Cancún, a otra mujer hallada en una carretera en el municipio de José María Morelos, y a Alexis. Y solo por contextualizar, según los datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que presenta datos del Centro Nacional de Información con corte al 30 de septiembre de 2020, el Municipio de Benito Juárez ocupa el lugar 19 en presuntos feminicidios entre todos los municipios del país (con una tercera parte de casos que presenta Juárez, Chihuahua), y Quintana Roo ya presentaba 9 presuntos casos catalogados como feminicidios para esa fecha.

Solo por contextualizar, Quintana Roo ocupa:

-séptimo lugar nacional en presuntas víctimas mujeres de homicidio doloso por cada cien mil mujeres (5.7), colocándonos por encima de la media nacional (3.3).

-segundo lugar nacional en tasa de homicidios culposos a mujeres con 14.4 víctimas, cuando la media nacional es de 3.3.


- Presenta una tasa de 71.7 presuntas víctimas mujeres de lesiones dolosas por cada 100 mil mujeres, por encima de la media nacional que es de 66.1

El Centro Nacional de Información también presenta datos sobre menores, en los que el estado ocupa el primer lugar nacional en presuntas víctimas de tráfico de menores mujeres, con la mitad de los casos nacionales; tercer lugar nacional en tasa de presuntas víctimas de corrupción de menores mujeres; así como tercer lugar nacional en trata de personas mujeres en números brutos, y en tasa, primer lugar nacional primer lugar nacional presuntas víctimas mujeres de violación.

Y solo por contextualizar, durante la tarde del 09 de noviembre, se integraron cientos de personas y colectivos a una marcha de protesta por las violencias hacia las mujeres, misma que fue dispersada con disparos por parte de las autoridades. Todavía siguen investigando quién dio la orden.

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La importancia y los retos de enseñar temas controversiales

La importancia y los retos de enseñar temas controversiales

 


InnovACCIÓN | Por Marcela Gleizer*

“De política y religión mejor no hablar.” ¿Cuántas veces hemos oído esa frase? A diferencia de lo que ocurre en otras latitudes, donde las discusiones acaloradas son parte de la cotidianidad de cualquier sobremesa, en México la cultura popular aconseja evitar temas que puedan conducir a discusiones y conflictos, en favor de mantener la armonía y la cordialidad. 


Como educadores, cabe preguntarnos ¿La premisa es válida también para el salón de clases? El Consejo de Europa considera que no. En el documento “Enseñando temas controversiales” expone una serie de argumentos sobre la importancia de aprender a dialogar sobre los temas polémicos para promover los valores de la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley. Aquí resumo los más importantes, para todos los docentes que consideran que fortalecer estos valores es parte esencial de su labor.


Antes, sin embargo, hay que precisar: ¿Cuáles temas entran en la categoría de “controversiales”? Sin duda el lector ya tiene varios en mente: drogas, aborto, matrimonios entre personas del mismo sexo, terrorismo, extremismo religioso o hasta el uso de cubrebocas. El documento los define como “aquellos temas que despiertan sentimientos intensos y una opinión dividida en la comunidad y en la sociedad”. Son tópicos que carecen de respuestas fáciles, que generalmente involucran creencias, valores o intereses en conflicto, que suelen percibirse muy ligados a la identidad personal y que suscitan sentimientos de suspicacia y desconfianza respecto a quienes no comparten nuestra perspectiva.


Con toda esta complejidad, ¿por qué arriesgarse a abordarlos dentro del salón de clases? He aquí los principales beneficios de dar espacio a estos temas, enlistados por el documento:


1. Las cuestiones controvertidas son, por su propia naturaleza, muy importantes en la vida de la sociedad: aprender sobre ellas debería formar parte de la educación social y política de cada joven.

 

2. El debate sobre cuestiones controvertidas forma parte del proceso democrático. Hacerlo en el salón de clases ayuda a las y los estudiantes a desarrollar algunas de las competencias esenciales de la ciudadanía democrática, como mantener la mente abierta y la curiosidad ante ideas diferentes a las propias, la voluntad de comprender al otro, la tolerancia y las habilidades del debate democrático y resolución pacífica de conflictos.


3. Los jóvenes son bombardeados por información sobre temas controvertidos a diario a través de las redes sociales y necesitan guía para ser capaces de dar sentido a los contenidos que reciben. La escuela es uno de los agentes que debe desempeñar ese papel.


4. Los medios de comunicación a menudo presentan los temas controvertidos de manera incompleta o sesgada, por lo que es deber de la escuela que los jóvenes obtengan una visión equilibrada sobre las cuestiones que tienen el potencial de impactar directamente sobre sus vidas.


5. Todo el tiempo surgen nuevas controversias. Aprender a lidiar con estos temas desde ahora los preparará para tratar mejor con ellos en el futuro. 


6. La investigación sobre temas controvertidos exige una serie de habilidades analíticas y de pensamiento crítico que ayudan a los jóvenes a aprender a sopesar la evidencia, a detectar sesgos y a emitir juicios basados en el razonamiento.


7. Participar en temas controvertidos puede contribuir positivamente al desarrollo emocional de los estudiantes, ya que les ayuda a entender sus sentimientos y a aclarar sus valores, convirtiéndose en personas más seguras de sí mismas.


Los argumentos son sin duda relevantes en un contexto internacional y nacional donde la polarización gana terreno, los debates se alimentan de fake news y los argumentos pasan cada vez más por descalificar al contrincante en lugar de tratar de encontrar puntos de acuerdo. En principio, en todos los niveles educativos podrían tratarse asuntos controversiales, adecuados a la edad de los estudiantes. Sin embargo, para enseñar acerca de este tipo de temas hay que responder primero algunas preguntas pedagógicas. Por ejemplo, cómo crear “espacios seguros” en la clase, para que todos se puedan expresar con libertad, cómo bajar la tensión si la discusión sube de tono, o cómo promover la participación si prevalece un clima de apatía. Estas y otras preguntas más se abordarán en una segunda entrega. 


*Mtra. en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe. 

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