Primero la transformación de los maestros

Primero la transformación de los maestros

 


InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez* 

Quizá el aprendizaje más importante para la educación durante la pandemia es el redescubrimiento de los estudiantes. Esto parece superficial, pero no lo es.

En la práctica, los docentes se han impuesto como figuras dominantes. Son ellos quienes toman las decisiones sobre los procesos y productos que han de valer para obtener la calificación y la aprobación. Esto ha sucedido a pesar de que la investigación educativa ha señalado, una y otra vez, que el protagonista debe ser único: el aprendiz.

Esta lección es particularmente importante en la educación de emergencia ocasionada por la pandemia. La razón es fácil de vislumbrar: para continuar, para que todo siga igual, todo debe cambiar. Ahora es indispensable educar mediante el uso de computadoras y redes.

¿Sabemos qué piensan los estudiantes de todo esto? No. Es necesario realizar investigación educativa para averiguarlo. Eso es lo que hicieron Karina Cicha, Mariia Rizun, Paulina Rutecka y Artur STRzelecki, de la Universidad de Economía de Katowice, en Polonia. Plantearon una encuesta que buscaba averiguar qué es lo que los estudiantes realmente piensan y sienten acerca de lo que están viviendo durante su educación universitaria. La diferencia entre estos dos verbos es importantísima. Lo que encontraron es digno de nuestra atención.

Se enfocaron en estudiantes que ingresaron a la universidad durante la pandemia. Aquellos que solicitaban su admisión con el pleno conocimiento de que tendrían que aprender desde el aislamiento en casa, por medio de computadoras, plataformas de aprendizaje y redes de comunicación. El equipo de investigadores polacos quería entender cuáles eran sus expectativas frente a su formación universitaria. También, analizar los factores que podían influir en mejorar su experiencia educativa durante y después de la pandemia.

Lo que encontraron parece una verdad de Perogrullo. Pedro Grullo, de donde viene el término, es un personaje cómico y ficticio, uno que se solaza en pronunciar verdades evidentes, como decir que amanece porque sale el sol. En el caso de los investigadores polacos, la verdad autoevidente es la siguiente: el factor más importante que influye en los estudiantes para convencerlos de cambiar el aula por las plataformas virtuales de aprendizaje a distancia son sus sentimientos de placer al aprender y de autoeficacia al usar computadoras y plataformas.

Dicho de otra manera: si queremos que la educación no naufrague durante la pandemia y en la extraña nueva normalidad, debemos asegurarnos de que les guste aprender y se sientan dueños de la situación. Esto es, deben sentirse entretenidos y retados al aprender, al mismo tiempo que no deben sentir angustia.

Para los diseñadores de experiencias de aprendizaje en línea, que ahora son todos los docentes, esto implica que deben hacer interesante el aprendizaje, al mismo tiempo que nutren la autonomía de los estudiantes, para que naveguen con confianza y certidumbre todos sus cursos.

La mala noticia es que esto no necesariamente está ocurriendo y la razón es también fácil de entender: los docentes pudieran estar sintiendo y pensando que la educación de emergencia no es ni divertida ni interesante, además de que no se sienten dueños de la situación.

Como siempre, la educación de los estudiantes pasa primero por la transformación de sus maestros.

* Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.

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¿Dónde se encuentra la educación superior en la actualidad y el camino a seguir en el futuro?

¿Dónde se encuentra la educación superior en la actualidad y el camino a seguir en el futuro?

 


InnovACCIÓNPor Guillermo Álvarez Estrada*

El futuro en la educación es incierto para todos, pero particularmente para los millones de estudiantes que se encuentran inscritos en algún sistema educativo formal, pues la pandemia del COVID-19 fue un disruptor abrupto de esta forma de educación. El esfuerzo de las instituciones educativas formales para responder a ello, si bien loable, no ha estado exento de problemas ni de altibajos. Sin embargo, podemos observar cómo día a día, surgen innovaciones y nuevos modelos educativos tendientes a paliar estos problemas.

Iniciativas como HolonIQ (https://holoniq.com/), por ejemplo, nos brindan datos que permiten observar tendencias firmes sobre cómo pudiera evolucionar la educación superior a nivel mundial. Tal es el caso expuesto en el artículo “Education 2030”, que prevé que el mercado educativo mundial alcance al menos los 10 mil millones de dólares para 2030, basado en que el crecimiento de la población en los mercados en desarrollo impulsa una expansión masiva, al mismo tiempo que la tecnología se encarga de impulsar la reutilización y la mejora de las competencias en las economías desarrolladas.

Entre otras tendencias se observa que en la próxima década tendremos casi 800 millones más de graduados que en la actualidad, 350 millones más tan sólo en educación superior. Las demografías de Asia y África son las principales responsables de esta expansión. El mundo necesitará agregar 1.5 millones de maestros por año en promedio, acercándose a los 100 millones en total para mantenerse al día con los cambios sin precedentes que se avecinan en la educación en todo el mundo.

Para los docentes que impartimos clases en la carrera de Gastronomía, el reto es aún mayor, ya que nuestra carrera es eminentemente práctica, requerimos de la interacción sensorial (olfativa y gustativa), además de la instrucción y seguimiento continuo a los estudiantes en los talleres. En el proyecto terminal en proceso , (DOCENCIA REMOTA DE EMERGENCIA FRENTE AL COVID-19 EN LA ACADEMIA DE ARTES CULINARIAS EN LA UNIVERSIDAD DEL CARIBE), escrito por el autor de este artículo, se defiende la hipótesis de la utilidad de videos realizados por el docente como un instrumento de enseñanza a distancia, y la posterior retroalimentación obtenida por parte de los estudiantes después de hacer entrega de las evidencias por parte de estos, una solución concreta que nos permite observar los conocimientos adquiridos por el estudiante para la elaboración de la receta.

Pero ¿qué hay del reto de la interacción sensorial de la que hablábamos anteriormente? ¿cómo olerlo y probarlo?  Investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx), desarrollaron un sistema que permite captar 15 distintos tipos de olores mediante una nariz electrónica y transmitirlos a la distancia, gracias a un dispositivo con capacidad de reproducirlos como si fuera un fax que lo escanea y lo genera de la manera más parecida posible en el destino. Otra de las alternativas propuesta en el proyecto, y que cubre la necesidad latente de probar el alimento, es que el estudiante involucre a un número X de personas que le sirvan al docente como jueces (crowd wisdom), al momento que contestan un formulario en Google forms con características específicas.

En suma, muchos son los retos presentes en la educación a distancia, pero hasta el momento, continuaremos con una educación híbrida combinando las clases presenciales con clases a distancia.

* Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.


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Pricila Sosa y Unicaribe, entre las mejores rectoras y universidades públicas de México

Pricila Sosa y Unicaribe, entre las mejores rectoras y universidades públicas de México

 


Voces Universitarias |  Ing. Celina Izquierdo Sánchez*


La Rectora de la Universidad del Caribe, la Dra. Pricila Sosa Ferreira, en su informe de cuatro años de gestión realizado el pasado 15 de junio, recibió una afirmación a todas luces certera: Una de las mejores rectoras del país y la del Caribe, una de las mejores universidades públicas de México.

Estas frases en boca de autoridades educativas: la Dra. Carmen Enedina Rodríguez Armenta, Directora General de Educación Superior Universitaria de la SEP y de la Mtra. Ana Isabel Vásquez Jiménez, Secretaria de Educación del Estado de Quintana Roo, son claras señales de lo que las personas pueden hacer al frente de las instituciones, -en este caso la Universidad del Caribe-. Esta institución, como otras, con presupuestos bajos en relación a su encargo; con problemáticas diversas propias de una organización de más de 4,000 integrantes y agravadas por el aislamiento social y el COVID.

Escuchar el informe rendido hace que quede claro que nos es la magnitud del reto, sino la convicción de sobreponerse a él y la inteligencia para dirigir, lo que hacen la diferencia. Rendición sobre cada centavo que se utilizó, programas educativos certificados por su calidad en el 100% de las carreras; docentes que hicieron el cambio inmediato de la enseñanza presencial a la virtual, -con la dificultad que implica- y una comunidad de estudiantes que, pese a la adversidad económica, tecnológica, familiar permanecen en los procesos formativos.

Las y los estudiantes de la Unicaribe son millenials nacidos en su mayoría con el siglo, ellos serán quienes relaten cómo fue que una sociedad cruzada por la desigualdad y la pandemia pudo, con un gran esfuerzo, sobrevivir primero, sobreponerse segundo y sobrepasar esta desgracia.

Se están formando en la Unicaribe profesionistas totalmente distintos, no se sientan cuatro años a esperar un título, analizan, desarrollan un espíritu crítico, aprenden a compartir, a trabajar en equipo, aprenden respetarse y ejercen sus derechos. Ellos y ellas rendirán el mejor informe.

*Secretaria de Extensión y Vinculación Universitaria, Universidad del Caribe.
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Lo que llamamos “cotidiano” en otro lugar del mundo

Lo que llamamos “cotidiano” en otro lugar del mundo

 


Voces Universitarias | Mtra. Silvia García Himmelstine*

Saber cómo es el funcionamiento de lo que llamamos “cotidiano” en otro lugar del mundo, nos da una visión completamente diferente de personas, universidades y países. Hay un abismo entre lo que creemos, lo que creemos que sabemos y lo que comprobamos o descartamos como cierto o falso, al escuchar la realidad de viva voz.

Recuerdo cuando entré al programa Collaborative Online International Learning (COIL) hace más o menos cuatro años, me sentía abrumada por tanta información nueva, por la presión de tener que tomar cursos y tratar que cuadrar lo que sabía con lo que estaba recibiendo, esos famosos paradigmas que tenemos que aprender a romper. Cuadrar expectativas con la realidad. Trabajar con otro maestro en algún lugar del mundo y cuadrar nuestras ideas para crear un proyecto que le fuera benéfico a los estudiantes de ambos.

En COIL trabajas como profesor con otro profesor de alguna universidad en otro lugar del mundo en la elaboración de un proyecto en el que se ven involucrados los estudiantes de ambos.

Pero la aventura principal comenzó cuando escuche la palabra “Zoom” por primera vez. Recuerdo mi sorpresa, pues no conocía esa herramienta. Tener que pedir apoyo a mis compañeros de Sistemas para que me permitieran usarla, ya que era de uso restringido. Cuando entré, no sabía qué esperar, ver a mis compañeros de la sesión y conocerlos. Me emocionaba mucho saber que éramos de diferentes lugares del mundo, aprender y compartir de los y con los demás. Nadie me dijo que gracias a esta “aventura” en la que decidí embarcarme estaba aprendiendo a usar herramientas de manera directa e indirecta para una vida en pandemia. Todo conocimiento suma.

El segundo shock fue encontrar pareja de trabajo, me parecía muy complicado encontrar alguien con quien acoplarme para trabajar y como lo expresé muchas veces: encontrar pareja de trabajo en COIL es aún más difícil que encontrar una buena pareja en la vida real, pues se tienen que cubrir características muy claras y se busca que los estudiantes tengan un aprendizaje significativo al vivir la experiencia.

Después de un mar de opciones finalmente encontré con quien trabajar, sin embargo, no era lo que yo esperaba, pues su personalidad era completamente diferente a la mía, aunque académicamente parecíamos entendernos, organizarnos en quien llevaba la batuta de las cosas fue muy complicado, los horarios, la forma de comunicación, aunque era en inglés la manera de expresar las ideas era diferente, lo que se entendía de lo que se hacía era en ocasiones diferente. Los estudiantes no estaban respondiendo como yo esperaba y muchas veces sentí que todo se estaba saliendo de las manos y lo único que pude hacer fue decirle a mis estudiantes: “Ustedes tienen que hacer lo mejor que puedan con lo que tengan, y trabajar con la calidad que ustedes están acostumbrados, y poco a poco sus compañeros del otro país irán respondiendo y si no, pues aparte de la información que están investigando para nuestro proyecto estaremos aprendiendo como trabajan los estudiantes del otro país”.

Al final como era de esperarse algunos de los estudiantes de la otra universidad respondieron y se pudo obtener un producto académico aceptable que reflejaba las diferencias y similitudes de las empresas en Cancún y las de New York. La experiencia fue fuerte y un poco frustrante, pero al mismo tiempo nos proporcionó información y realidades de nuestros compañeros de la Gran Manzana. Se despejaron y afianzaron creencias culturales.

El siguiente semestre seguí mi búsqueda de pareja de trabajo y encontré o me encontró, mejor dicho nos encontramos. La profesora tiene doctorado en educación y tenemos muchas características académicas en común, hemos trabajado de maravilla, he aprendido muchísimo y he adoptado algunas de sus técnicas y tipos a mi vida académica. Ella ha comentado algo parecido sobre mí. Es una persona sumamente ordenada, disciplinada y objetiva. Pudimos guiar a nuestros estudiantes para que puedan aprovechar más el proyecto.

Este viaje comenzó de manera virtual y me ha dado inquietud viajar, por saber más, de comprobar de manera presencial lo que me han comentado. He adquirido conocimiento, experiencia, reconocimiento y sobre todo nuevos amigos.

Participar en COIL me ha permitido como persona y como profesional abrir mis horizontes a través de “convivir” de maneara inicial, virtual con otros profesores y otros estudiantes.

COIL es la oportunidad que tenemos de conocer más de otras culturas y sobre todo y quizá lo más importante: que conozcan la nuestra.

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La entrega mezclada será la nueva normalidad educativa

La entrega mezclada será la nueva normalidad educativa

 


InnovACCIÓN |  Por Eduardo Suárez* 

La pandemia continúa, con sus fuertes restricciones para la actividad educativa. Sin embargo, ya es necesario hacer los primeros balances de la situación. Resulta impactante, si se leen algunos de los artículos especializados en cuestiones educativas, los que hace un año conjeturaban cierres escolares de sólo algunas semanas o, en el peor de los casos, de algunos meses. Todas las predicciones se han quedado cortas. 

Tal es el caso de lo reportado por Marco Fernández, Daniel Hernández, Rosario Nolasco, Roberto de la Rosa y Noemi Herrera, del equipo de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad, del Tec de Monterrey, en su artículo del 20 de marzo de 2020. 

En él, señalan la necesidad de revisar, para reforzar, el rol de las tecnologías de información y comunicación como el mecanismo más robusto para asegurar la continuidad de los aprendizajes. Desde hace un año estos investigadores anuncian la urgente necesidad de planificar concienzudamente para llevar al sistema educativo mexicano a modelos híbridos, virtuales o en línea, tanto para la operación normal de las escuelas como durante otras posibles crisis que obliguen al cierre y al distanciamiento social. 

Los problemas para lograrlo son múltiples. Resulta indispensable disponer de la infraestructura necesaria, no sólo de equipos de cómputo personales, sino además de servidores y redes de suficiente ancho de banda. ¿Tiene la mayoría de los estudiantes algún dispositivo que les permita continuar con su aprendizaje a distancia?, ¿dispone de redes de comunicación eficientes? La respuesta es contundente: un doble no. Urge una política educativa estatal para remediar esta insidiosa inequidad. 

Además son necesarias las habilidades para usarlos. ¿Están nuestros docentes y estudiantes bien adiestrados en el uso de las TIC? Los avances son grandes, pero muy insuficientes. Basta recordar los videos virales de algún profesor universitario con doctorado que solicita la ayuda de sus estudiantes para manejar el Zoom. 

Además, es necesario que tanto docentes como estudiantes estén habilitados para usar las tecnologías como instrumento educativo. No es lo mismo surfear la red para divertirse viendo videos o leyendo mensajes de amistades en las redes sociales que sostener un curso interactivo que requiere de colaboración, documentación en la red y evaluación con activa retroalimentación, todo durante un tiempo prolongado. 

Un factor que no ha sido muy discutido es el de la resiliencia (el popular aguante), concentración y flexibilidad de los estudiantes para encarar los cursos en línea. Es necesario tener paciencia, disciplina, rigor crítico, así como lugares cómodos y tranquilos para estudiar. ¿Cuentan nuestros estudiantes con estas características y estos espacios? Muchos no disponen de ellos; su distribución depende del capital cultural de las familias, lo que abre una brecha más en la inequidad educativa. Las familias con escasos recursos quedan excluidas, mientras que las familias con posibilidades económicas generalmente cuentan con mayor educación, libros, computadoras, redes inalámbricas de amplia velocidad y ancho de banda, televisión inteligente… 

Viene un cambio educativo de gran envergadura. Y como siempre, la injusticia se reproducirá si no hacemos un esfuerzo para garantizar la equidad en el campo educativo. Es necesario estar pendientes de las políticas estatales que necesitamos. 

* Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.

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