Bienvenidos Centennials

Bienvenidos Centennials

 

Voces Universitarias | Por. Dr. Ricardo Sonda*

La generación Z, también conocida como posmilénica o generación centúrica, más casual para nuestra sociedad como: Centennials, son las personas nacidas, (dependiendo de la fuente demográfica) en la mitad de la década de los noventas y principios de los 2000. Hoy en día, los Centennials están integrándose a una sociedad, donde claramente demuestran sus rasgos característicos que los diferencian de otras generaciones mismos que deben de conocerse y se describen a continuación:

Los Centennials a diferencia de sus antecesores los Millennialls centran sus objetivos no a mediano plazo, sino a corto plazo, son en una generalidad autónomos, hipercontectados y bilingües, (son capaces de ver una serie o una caricatura en inglés en su dispositivo y entender la historia en general sin necesidad de utilizar subtítulos), son los primeros en adaptarse y adoptar nuevas tecnologías, (la aplicación que encuentren en la red la utilizan e incorporan en su vida diaria). Al haber nacido en un contexto donde los papás se esforzaron para conseguir una estabilidad económica, han resultado ahorradores y prevenidos, se involucran al cien por ciento en un mundo globalizado, una alimentación sana y están pendientes del medio ambiente y la sustentabilidad.

Tenemos que tener presente que ésta es la primera generación que nació con la tecnología: las generaciones anteriores han ido evolucionado con ella. Para los Centennials, la tecnología es algo natural que siempre ha existido y está disponible, ellos son Nativos Digitales, son empoderados y lo demuestran en su autonomía para buscar información y tomar la decisión de aquello que desean aprender.

En contextos laborales, se encuentran inmersos en una dinámica de emprendimiento y dirigen su vida con ejes en medios sociales, de cambio climático y de apertura para decir, cuando lo consideran un “No quiero y no me gusta” sin temor al que dirán o a los protocolos, haciéndolos más seguros de sí mismos.

A manera de reflexión y previsión, la mayoría de los Centennials se encuentran actualmente en las escuelas, pero resulta interesante el hecho de que en un periodo muy corto formarán parte de la fuerza laboral del país, por lo que se debe estar preparado para recibirlos y seguir desarrollando esas fortalezas, habilidades y actitudes típicas, en una sinergia que logra un beneficio mutuo para ellos y los demás.

* Profesor Investigador del Depto. Turismo Sustentable, Gastronomía y Hotelería, Universidad del Caribe. rsonda@ucaribe.edu.mx


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Las madres, factor importante en el éxito laboral de sus hijos

Las madres, factor importante en el éxito laboral de sus hijos

 


Voces Universitarias | Por Dra. Érika Zavala*

Para que las empresas puedan ser más competitivas necesitan agilizar procesos para incrementar su productividad y de acuerdo con la coalición de líderes en negocios, educación y gobierno publicó que las competencias claves para el siglo XXI son las necesarias para tener éxito en el lugar de trabajo.

Investigaciones en las ciencias conductuales en psicología y economía sugieren que las habilidades transversales (suaves) tales como la motivación, ética en el trabajo y el trabajo en equipo, entre otras, juegan un papel importante incluso más que los conocimientos para determinar el éxito en la escuela y en el lugar de trabajo. 

Una encuesta realizada a nivel mundial a más de 1,000 empresas determinó que las habilidades más solicitadas en las mismas por los reclutadores además de los conocimientos que ya se da por hecho que se tienen, son entre otras:  que sepan comunicarse, vestirse apropiadamente para el trabajo, que tengan actitud positiva ante los retos, liderazgo y que sepan trabajar en equipo. Nuevamente esta habilidad (trabajar en equipo) se resalta como una de las más importantes dentro de las organizaciones.

Un grupo de maestras de la Universidad del Caribe nos dimos a la tarea de investigar entre nuestros alumnos cuál era el origen especialmente del trabajo en equipo, ¿Dónde fue promovida la actitud de trabajar en equipo? ¿Cómo aprendió a hacerlo?  Realizamos una encuesta a 160 alumnos de la universidad de diferentes semestres y diferentes programas educativos. Un poco más del 50% eran mujeres y el resto hombres.

Para esta pequeña investigación era importante conocer en qué etapa de la vida académica se había aprendido a trabajar en equipo.  Mayúscula fue nuestra sorpresa cuando observamos los resultados de la misma. El 37% de los estudiantes contestó que fue en casa en donde aprendió a trabajar en equipo, el 16 % en la secundaria, el 12% en la primaria, el 1% en la preparatoria y el 5% en la licenciatura y el porcentaje restante de otras maneras.

De acuerdo a estos resultados, podemos decir que la labor de las madres en casa, los maestros especialmente en etapas tempranas son fundamentales para desarrollar las habilidades suaves y creo que debemos las universidades hacer un gran esfuerzo por terminar de desarrollar a nuestros estudiantes en todos los aspectos y sentidos para que sean exitosos en la vida laboral y personal.   Es un esfuerzo conjunto entre padres de familia, escuelas y gobierno.

Pero más sobresaliente en todo esto es el gran valor de las madres y su enseñanza en la casa, tanto de actitudes, habilidades y valores, así como su trascendencia en la vida personal, académica y laboral.  

Debemos entonces agradecer a nuestras madres primeramente sus enseñanzas, su tiempo y su entrega para lograr el éxito en nuestras vidas. ¡GRACIAS MAMÁ!

*Profesora-Investigadora del Depto. Ciencias Básicas e Ingenierías, Universidad del Caribe. 


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Primeros auxilios para una educación de emergencia: individualización

 Primeros auxilios para una educación de emergencia: individualización




  InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

Ante una educación de emergencia, un manual de primeros auxilios pedagógicos resulta una necesidad inaplazable. En las escuelas debemos apoyar a nuestros socios más importantes: aquellos adultos que desde casa enfrentan el reto actual al lado de sus hijos e hijas, preocupados por su futuro. Estos adultos, que regresan a la escuela con un compromiso no exento de un callado heroísmo, no pueden enfrentar esta dificultad solos, por la sencilla razón de que nadie puede hacerlo así en estos momentos.

Tenemos una emergencia, no solo sanitaria y económica, sino además educativa. Gracias a la pandemia fue necesario implementar cambios radicales en la forma de trasmitir nuestra cultura a la siguiente generación. Ya no podremos hacerlo como siempre, cuando menos por un largo tiempo. Como no se trata de una trasformación planificada sino forzada, el sentido de urgencia nos puede dejar paralizados. La estrecha cooperación entre familias e instituciones es la clave para salir adelante. De hecho, este grave problema puede ser el punto de palanca que transforme nuestro sistema educativo.

El aprendizaje de nuestra cultura se realizaba de la manera tradicional, cara a cara. Es claro que el contacto social es una característica fundamental y que por eso nuestra educación se basa en reunirnos en un lugar común, todos al mismo tiempo. Vivimos en sociedad, aprendemos relacionándonos y la escuela es un lugar privilegiado para eso. 

Sin embargo, ya había fuertes indicios de que educar así era inoperante frente a los gustos y las necesidades de la juventud actual. Como los adultos tenemos el control, y nos formamos sin computadoras, redes sociales, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, etc., creímos que estas tecnologías eran un lujo interesante y no una necesidad indispensable. Solo hacía falta preguntar a los jóvenes, y hacerles caso, pero no lo hicimos. No hay que ahogarse en el océano de las culpas; lo que sí es necesario es nadar con fuerza hacia el sitio más seguro, uno desde el cual podamos repensar nuestra educación.

¿Qué necesitan saber estos adultos para apoyar a sus hijos e hijas? Requieren reconocer, para exigir, lo que sí funciona en la educación a distancia; también, rechazar lo que no. Necesitan ayuda para evaluar la instrucción que reciben sus hijos e hijas.

Un principio fundamental de la educación a distancia es el de la individualización. Este principio se puede enunciar de la siguiente forma: es necesario tratar a cada estudiante según sus aptitudes, necesidades e intereses. Sabemos que requerimos agrupar al estudiantado por su necesidad de socialización, pero eso no significa que se debe enseñar a un grupo, en lugar de a todos y cada uno de sus integrantes, o que el centro de la atención sea el conocimiento del docente, en lugar del aprendizaje de cada estudiante. 

La recomendación para los heroicos educadores del hogar, quienes cuentan en voz alta y con los dedos para modelar una operación aritmética o parten naranjas para explicar las fracciones, es la siguiente: exija que su hijo o hija sea considerado como una persona única, completa y con todos los derechos; asegúrese de que las actividades escolares consideren no solo lo que su hijo o hija tiene en común con el resto de sus compañeros y compañeras sino además que atienda a lo que tiene de irrepetible. Si la educación a distancia no promueve libertad, creatividad, iniciativa e indagación… debe cambiarse.

* Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe

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