Escuela del futuro o… ¿futuro sin escuela?

Escuela del futuro o… ¿futuro sin escuela?

 


InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

La escuela parece más viva que nunca. Pregúnteles a padres y madres de familia, quienes ahora son forzados auxiliares pedagógicos de sus hijos e hijas. Sin embargo, la institución despide un hedor malsano… Parafraseando didácticamente a Marcelo, en Hamlet: algo huele muy mal en la escuela.

Tradicionalmente, los encargos de esta institución son variados y ricos: actualizar las potencialidades humanas, formar en ciudadanía, capacitar seres productivos… Estas acciones pueden verse como aspiraciones o como objetivos evaluables. 

Bajo la primera óptica, la motivacional, se ven con anhelo; pero bajo la segunda, estratégica, se leen mejor como cuestionamientos: la escuela… ¿actualiza las potencialidades humanas?, ¿forma en ciudadanía?, ¿capacita para la productividad?

La duda surge inevitable frente a la crisis actual, en que la educación está totalmente trastocada por la pandemia. Debido a ella, nos enfrentamos a la pérdida de los espacios de encuentro, de intercambio y de socialización en donde decimos que se cultiva el futuro: la escuela.

La COVID-19 ha puesto el dedo en esta llaga educativa: la institución encargada de flexibilizarnos para una mejor adaptación, que es lo que quiere decir aprender, desde hace mucho se muestra tiesa y mal adaptada. Para entenderlo debemos analizar qué está haciendo frente al adversario sanitario que la amenaza. ¿Qué ha enseñado y qué ha aprendido últimamente la escuela?

Según Ángel Díaz Barriga, catedrático del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la UNAM, la escuela lleva tiempo atrapada en el formalismo (que no es otra cosa que el engaño de las apariencias) de planes y programas de estudio, de aprendizajes, de rendición de cuentas y del aseguramiento de su propia calidad. 

Dicho de otra forma, en palabras del investigador: “…la escuela se ha centrado en cumplir un horario, en completar todos sus rituales de ingreso al salón de clase, en estar en el pupitre, en tomar los apuntes, traer las tareas y presentar los exámenes. A eso se ha reducido la escuela de nuestros días. Ya no es el espacio donde el alumno conoce y analiza los problemas de su realidad, ni donde intercambia ideas con sus pares, presenta argumentos, razona, discute e indaga.”

Según este investigador mexicano la pandemia debería ser el foco obligado de nuestros aprendizajes actuales. La razón es obvia: se trata de una circunstancia excepcional para aprender. Tiene las posibilidades de no sólo enseñar ciencia y técnica, como todo lo relacionado con la salud y las vacunas, sino además de formar en ciudadanía, con la promoción de solidaridad ante una crisis, y capacitar en la productividad, frente a los inacabables retos empresariales que la enfermedad necesariamente ha traído consigo. Pero este no es el enfoque actual de la escuela.

Lo que ella ha hecho es extenderse sin consideración a todos los hogares para imponer su propia agenda. Ante la crisis sanitaria, la institución se preocupa por seguir siendo la misma de siempre, en su divorcio con la realidad, y por continuar, en línea, lo que ya estaba haciendo antes de esta magnífica oportunidad para promover aprendizajes reales, valiosos y urgentes, de muy alto significado personal y social.

Lo que apesta a podrido no en Dinamarca, como en la obra de Shakespeare, sino en nuestro país, es la muerte por gangrena de un sistema escolar viejo y caduco. Para que la escuela viva es necesario que primero muera. Así podremos proclamar que la vieja escuela ha muerto y que viva la nueva escuela, sin que sea una historia de traiciones y fantasmas.

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.

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Desafíos logísticos de la vacuna contra el Covid-19.

Desafíos logísticos de la vacuna contra el Covid-19.

Voces Universitarias | Por Diana del Pilar Cobos del Angel*

 A un año del primer caso de COVID-19 confirmado en el mundo, se está afrontando uno de los mayores desafíos logísticos de la historia: la distribución de alrededor de 15,000 millones de vacunas (198 millones en México) en un periodo estimado de 18 meses, tanto a pequeñas comunidades como a grandes ciudades de todo tipo.

El camino que sigue una vacuna comienza en un centro de producción, se envía a centros de distribución, de ahí a diferentes ciudades, luego a los hospitales y clínicas hasta terminar en el paciente.


Parte del desafío de distribución es el equipo necesario para aplicar las vacunas. En los palets de vacunas deben incluirse al menos un contenedor de suplementos médicos como jeringas y guantes, pues sin éstos la entrega no se considera efectiva, por lo que tendrán que integrarse las cadenas de logística de cada uno de estos productos.


Un rubro que ha levantado mucha preocupación ha sido el vehículo de distribución de las vacunas, sobre todo dadas las condiciones que requieren para almacenarse. Las vacunas de la farmacéutica Astra Zeneca requerirán de temperaturas estándares de cualquier refrigerador, mientras que otras como el caso de Moderna deben mantenerse a temperaturas de -20 °C y para las de Pfizer se requiere de hasta -70 °C. 


Pfizer ha diseñado contenedores especializados para mantener las dosis congeladas con hielo seco, evitando la necesidad de congeladores especializados por un par de semanas. Cada contenedor tiene monitores de temperatura GPS para asegurar que se cumplan las condiciones necesarias para el transporte de las vacunas, en donde cualquier irregularidad en un contenedor es detectada y corregida en tiempo real desde el Centro de Operaciones de Vacunas, en Washington.


El transporte “de última milla” jugará un papel crucial en la distribución de las vacunas. Es una compleja red de cadenas de suministros, que se deben ordenar y navegar para distribuir la vacuna a cada persona de cualquier lugar del mundo. La capacidad de rastreo y visibilidad es fundamental para un adecuado despliegue de las vacunas para la población. Surgen nuevas oportunidades tales como blockchain e internet de las cosas (IoT) para ofrecer una solución integrada.


En México, el 18 de diciembre se llevó a cabo el simulacro general de aplicación de la vacuna contra COVID-19, el cual contempló desde el punto de llegada de vacunas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hasta la puesta en marcha del operativo de aplicación que incluye la logística de operación en los módulos de vacunación.


La Universidad del Caribe ofrece el programa de Ingeniería en Logística y Cadena de Suministro, para formar profesionales que puedan enfrentar éstos y otros retos logísticos de nuestros días. Si te interesa más información consulta nuestro sitio oficial www.unicaribe.mx/licenciatura/ingeniera-logistica.



*Profesora-Investigadora. Ingeniería en Logística y Cadena de Suministro. Universidad del Caribe



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En favor de la memoria y la innovación gastronómica desde la sustentabilidad

En favor de la memoria y la innovación gastronómica desde la sustentabilidad

 


Voces Universitarias
|
Por Juan Manuel Carvajal*

La Universidad del Caribe, en días pasados, y conforme al ideario que la rige, a saber, la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, presentó el libro “Rescate e innovación de recetas tradicionales con productos subutilizados en la zona norte de Quintana Roo: Cultura, Nutrición y Medio ambiente”. Una iniciativa con impacto social, que promueve el cultivo y consumo de productos agrícolas de las comunidades mayas, que el resto la población del estado desconoce por la baja difusión y la competencia desigual con cadenas de tiendas de autoservicio.

En esta obra participaron los investigadores de la Universidad del Caribe, la maestra Ana Victoria Flores Vega, la doctora Alejandra Cazal Ferreira, el maestro Juan Manuel Carvajal Sánchez y la cocinera tradicional maya, María Ady Pech Poot, que comprende la intervención en comunidades agrícolas del norte del estado, particularmente Nuevo Durango.

Esta iniciativa por el rescate de estos productos tomó en cuenta el reconocimiento de sus beneficios en la alimentación de los pobladores de las zonas rurales al igual que su difusión y venta en los espacios urbanos. Para ello, hubo en estudio preliminar de las tradiciones y prácticas que estos grupos han heredado de sus antepasados para entender sus usos en la gastronomía local. Asimismo, se elaboró un catálogo con el que se realizaron 90 recetas, las cuales fueron evaluadas por medio de paneles de análisis sensorial para determinar su calidad y aceptación entre los potenciales consumidores.

Con esta iniciativa se crea una cadena de valor cuando el agricultor vuelve al campo, apoyado por el consumo a sus productos que no solo está destinado al autoconsumo familiar o comunitario, sino que redunda en la venta al resto de pobladores del estado. Los nuevos consumidores al saber de estos productos logran integrarlos a su alimentación diaria para afianzar esta cadena de valor para que el agricultor regrese a sembrarlos. De este modo, el apoyo a la agricultura comunitaria genera un sentido de pertenencia mediante una gastronomía innovadora con la influencia y permanencia de productos ancestrales.

En el presente el reto implica, entre otros, difundir esta obra entre los estudiosos de la historia y cultura de Quintana Roo y el Caribe mexicano, los profesores e investigadores del área de gastronomía y el Colectivo de cocineros de Quintana Roo, que agrupa a chefs reconocidos nacional e internacionalmente.

*Profesor Investigador de la licenciatura e Gastronomía, Universidad del Caribe.

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Atención de emergencia para profes sobrecargados

Atención de emergencia para profes sobrecargados

 


InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

Para el estudiantado inscrito en un sistema presencial, el cuidado educativo se entiende como la atención que recibe ante dudas, inquietudes y preguntas, cuando dialoga acerca de su bienestar personal o de los contenidos de la clase. Este cuidado puede ocurrir en aulas, pasillos, oficinas o cubículos; siempre en la institución, siempre en horas hábiles.  

Esta comunicación inmediata incluye al lenguaje del cuerpo y no solo al de la palabra, lo que facilita la comprensión. El cuidado está así inserto, casi de manera invisible, en la relación personal; se caracteriza por la inmediatez y las restricciones de tiempos y lugares.

Este encuentro en espacios y tiempos previamente asignados permite al docente presencial preparar la clase con anticipación. Esto le posibilita planificar su tiempo para poder dedicarse a otras tareas, como la investigación, la extensión, la difusión de la cultura… y el indispensable autocuidado. 

En los ambientes virtuales la situación es muy diferente: debido a la tecnología, el estudiantado espera atención durante las 24 horas del día y los siete días de la semana. El guardián de esta puerta siempre abierta es su docente, el que intentará cuidar de sus estudiantes por medio de textos e imágenes, sin poder “leer” su lenguaje corporal.

La preparación de la clase con tecnología educativa también es diferente. Requiere de una atención permanente: redacción de instrucciones, respuesta de correos, atención a mensajes instantáneos, curación de materiales, documentación de derechos de autor, determinación de responsabilidades frente a la propiedad intelectual, retroalimentación por escrito a las actividades, mantenimiento de la plataforma de aprendizaje, cuidado del propio equipo de cómputo, solución a interrupciones en videoconferencias y un etcétera, etcétera que se antoja infinito y eterno. 

¿De qué manera afecta a maestros y maestras estas diferencias entre la educación presencial y la virtual? Esta pregunta es de capital importancia: el elemento ético fundamental de la educación de emergencia durante la pandemia es el cuidado. Y al hablar de él, siempre se piensa en el estudiantado, lo que es indispensable pero nunca suficiente. ¿Y el cuidado para las profesoras y los profesores?

La pregunta anterior es planteada por Ellen Rose y Catherine Adams, de la Universidad de Nueva Brunswick, en Canadá. Su preocupación radica en la siguiente observación, cegadora por su intensa claridad: el instructor virtual experimenta la accesibilidad sin restricciones y la recarga de trabajo como un frenético bombardeo de problemas y peticiones de atención. 

Esta sobrecarga extenuante insensibiliza a las y los docentes que trabajan con plataformas de aprendizaje al grado que los incapacita no solo para el cuidado de sus estudiantes, sino además para el mínimo autocuidado que requiere una relación educativa sostenible.

La respuesta es uno de los postulados de la pedagogía del cuidado, de la filósofa educativa Nel Noddings: el ideal moral de la educación estriba en que el instructor o la instructora pueda manifestar su mejor cara, que es cuando cuida con profesionalismo y es cuidado en la misma medida.

En esta pandemia es necesaria la pedagogía del cuidado. El que incluye no solo a estudiantes sino también a sus docentes.

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe.
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¿Qué es lo que hace un ingeniero o ingeniera ambiental Parte II

¿Qué es lo que hace un ingeniero o ingeniera ambiental Parte II

 


Voces Universitarias | Juan Francisco Bárcenas Graniel*

Los Ambientales de la Unicaribe son estudiantes con una visión particular del mundo, ya que aman al planeta Tierra. Durante su formación profesional han realizado innumerables esfuerzos directos con la sociedad. 

Se han realizado innumerables esfuerzos directos con la sociedad, haciendo labores de investigación en zonas como Isla Mujeres, Playa del Carmen, Cozumel, Isla Mujeres, Cancún, Xul-Ha, Raudales, Puerto Morelos, entre otros tantos lugares. Estas investigaciones se han llevado a cabo en selva, lagunas, cenotes, laguna arrecifal, mar abierto y otros ambientes como los rápidos de Bacalar, o cenote Manatí, así como Punta Esmeralda en Playa del Carmen. Estas actividades requieren tener experiencia en el uso de instrumentos de medición, técnicas de laboratorio, de muestreo, así como tener capacidades de acampar, nadar, caminar en campo abierto y en zonas agrestes y en casos específicos y por estudiantes certificados bucear en SCUBA o en apnea. 

En el camino de la Ingeniería Ambiental nos hemos visto en la necesidad no solo de saber de Leyes y Normas, así como de técnicas de remediación ambiental, también a usar la tecnología como aliada para diagnosticar problemas ambientales, analizar datos, proponer soluciones.

Cabe resaltar que según los resultados en el Ranking de Impacto del Times Higher Education (THE) 2020, uno de los más prestigiosos del mundo, basado en el impacto de las actividades Universitarias para el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda de las Naciones Unidas para el 2030 (ODS 2030), la Universidad del Caribe quedó en el rango de 401 a 600 del mundo. Entre las Universidades de México aparecemos, después de las seis primeras, en un bloque junto con cinco más. Solamente 16 Universidades mexicanas lograron entrar en el ranking, todas ellas grandes universidades en tamaño y recursos, somos la única universidad del sureste y de la península que aparece en este prestigiado ranking. 

Nuestros mejores resultados por ODS fueron: ODS 2: Hambre cero, ODS 14; Vida submarina, ODS 15: Vida terrestre y ODS 7: Energía asequible y limpia. Se puede consultar la información completa en. Universidad Del Caribe | World University Rankings | THE (timeshighereducation.com)

Esto es solo una muestra de lo que los estudiantes de la Universidad del Caribe en conjunto con sus profesores y administrativos han logrado, sumar con el trabajo para ser mejores cada día en un planeta Tierra que requiere profesionales preparados para la gran tarea de cambiar el rumbo hacía un aire limpio, agua cristalina y pura, suelos fértiles y mantener la biodiversidad, así como fomentar el conocimiento de la vida misma y de sus funciones como forma de autoconocimiento  ya que todos estamos en la misma casa y somos Uno.

Si amas la Tierra, te invitamos a formarte como Ingeniero Ambiental en la Universidad del Caribe, visita nuestra página de internet y entérate de muchas otras cosas de las que hacemos, existen muchas publicaciones donde encontrarás las actividades que realizamos. La Universidad del Caribe, a través del Departamento de Ciencias Básicas e Ingenierías y el Programa Educativo de Ingeniería Ambiental te esperamos en este ciclo de inscripciones 2021.

Consulta la convocatoria en http://www.unicaribe.mx/admisiones-2021Coordinador del Programa Educativo de Ingeniería Ambiental de la Universidad del Caribe.

*Coordinador de la Ingeniería Ambiental, Universidad del Caribe.


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¿Qué es lo que hace un ingeniero o ingeniera ambiental?

¿Qué es lo que hace un ingeniero o ingeniera ambiental?

 



Voces Universitarias | Juan Francisco Bárcenas Graniel*

Yo soy Maestro en el Programa Educativo de Ingeniería Ambiental en la Universidad del Caribe y estuve en el nacimiento de este Programa de Ingeniería, por lo que he tenido el honor compartir el aula con todas y cada una de las generaciones de Ingenieros Ambientales desde el año 2012. Los Ambientales de la Unicaribe son estudiantes con una visión particular del mundo, ya que aman al planeta Tierra, por ello estudiaron esta ingeniería y desde que entran al aula se les enseñan las herramientas necesarias para cumplir con su vida profesional en excelencia. 


El Programa Educativo de Ingeniería Ambiental de la Universidad del Caribe comenzó a operar desde el año 2012, con poco menos 40 estudiantes. Para el año 2017 empezaron a graduarse estudiantes y como Programa Educativo pudimos acceder a las Acreditaciones Nacionales y en el año 2019 fuimos acreditados por los CIEES (Los Comités Interinstitucionales Para la Evaluación de la Educación Superior). Estos resultados son fruto del trabajo de los estudiantes, es decir, estas Acreditaciones se las dan a los Programas que demuestran que cumplen con el perfil de egreso que prometen a sus Estudiantes y que además los empleadores y la sociedad lo confirmen. 


Una de las primeras acciones que realizaron los estudiantes de Ingeniería Ambiental es preservar y dar a conocer la llamada Cueva de los Murciélagos dentro de los terrenos de la Universidad, así mismo realizaron recorridos en la selva y manglar haciendo levantamiento de datos de flora y fauna identificando especies endémicas, exóticas, amenazadas. Este levantamiento de datos es esencial para conocer nuestro entorno y protegerlo. Uno de los logros de estas acciones cristalizó en un libro sobre las especies emblemáticas de la Universidad del Caribe, trabajo colaborativo de estudiantes que conformaron el comité editorial que llevó a cabo este esfuerzo. En este trabajo se dan a conocer con bellas ilustraciones y fotografías propias las especies emblemática como el cocodrilo, la iguana, el ibis, las garzas, los murciélagos etc., etc. Pero no solo en casa se ha hecho este tipo de trabajos, también se han realizado innumerables esfuerzos directos con la sociedad, en la siguiente entrega te mencionaré algunas de ella. 


Los Ambientales de la Unicaribe son estudiantes con una visión particular del mundo, ya que aman al planeta Tierra. Durante su formación profesional han realizado innumerables esfuerzos directos con la sociedad. 


Se han realizado innumerables esfuerzos directos con la sociedad, haciendo labores de investigación en zonas como Isla Mujeres, Playa del Carmen, Cozumel, Isla Mujeres, Cancún, Xul-Ha, Raudales, Puerto Morelos, entre otros tantos lugares. Estas investigaciones se han llevado a cabo en selva, lagunas, cenotes, laguna arrecifal, mar abierto y otros ambientes como los rápidos de Bacalar, o cenote Manatí, así como Punta Esmeralda en Playa del Carmen. Estas actividades requieren tener experiencia en el uso de instrumentos de medición, técnicas de laboratorio, de muestreo, así como tener capacidades de acampar, nadar, caminar en campo abierto y en zonas agrestes y en casos específicos y por estudiantes certificados bucear en SCUBA o en apnea. 


En el camino de la Ingeniería Ambiental nos hemos visto en la necesidad no solo de saber de Leyes y Normas, así como de técnicas de remediación ambiental, también a usar la tecnología como aliada para diagnosticar problemas ambientales, analizar datos, proponer soluciones.


Cabe resaltar que según los resultados en el Ranking de Impacto del Times Higher Education (THE) 2020, uno de los más prestigiosos del mundo, basado en el impacto de las actividades Universitarias para el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda de las Naciones Unidas para el 2030 (ODS 2030), la Universidad del Caribe quedó en el rango de 401 a 600 del mundo. Entre las Universidades de México aparecemos, después de las seis primeras, en un bloque junto con cinco más. Solamente 16 Universidades mexicanas lograron entrar en el ranking, todas ellas grandes universidades en tamaño y recursos, somos la única universidad del sureste y de la península que aparece en este prestigiado ranking. 

 

Nuestros mejores resultados por ODS fueron: ODS 2: Hambre cero, ODS 14; Vida submarina, ODS 15: Vida terrestre y ODS 7: Energía asequible y limpia. Se puede consultar la información completa en. Universidad Del Caribe | World University Rankings | THE (timeshighereducation.com)


Esto es solo una muestra de lo que los estudiantes de la Universidad del Caribe en conjunto con sus profesores y administrativos han logrado, sumar con el trabajo para ser mejores cada día en un planeta Tierra que requiere profesionales preparados para la gran tarea de cambiar el rumbo hacía un aire limpio, agua cristalina y pura, suelos fértiles y mantener la biodiversidad, así como fomentar el conocimiento de la vida misma y de sus funciones como forma de autoconocimiento  ya que todos estamos en la misma casa y somos Uno.

 

Si amas la Tierra, te invitamos a formarte como Ingeniero Ambiental en la Universidad del Caribe, visita nuestra página de internet y entérate de muchas otras cosas de las que hacemos, existen muchas publicaciones donde encontrarás las actividades que realizamos. La Universidad del Caribe, a través del Departamento de Ciencias Básicas e Ingenierías y el Programa Educativo de Ingeniería Ambiental te esperamos en este ciclo de inscripciones 2021.


Consulta la convocatoria en http://www.unicaribe.mx/admisiones-2021Coordinador del Programa Educativo de Ingeniería Ambiental de la Universidad del Caribe.


*Coordinador de la Ingeniería Ambiental, Universidad del Caribe. 


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Pedagogía del cuidado para una educación de emergencia

Pedagogía del cuidado para una educación de emergencia





 InnovACCIÓN | Por Eduardo Suárez*

La pandemia es paradójica. Nos tiene en la lona, que es lugar muy incómodo, pero uno muy bueno para la reflexión y la creatividad. Es indudable que las ciencias biomédicas nunca habían sufrido un empujón como el actual, por ejemplo. Es asombrosa la celeridad para desarrollar tantas posibilidades de vacunación, en un tiempo insólito por breve. Y no es el único caso.

La pedagogía y la tecnología también viven una situación crítica, donde crisis es el traslape de problemas y oportunidades. Lo experimentado bajo la educación de emergencia deja claro que los modelos educativos de todos los países jamás regresarán a lo tradicional. Han recibido una certera y fuerte patada en el trasero, una muy dolorosa pero también sumamente afortunada, ya que ir hacia adelante es la única opción. 

Sin ese impulso, recibido como coz de mula, no hubiéramos atendido la antigua y urgente necesidad de actualizar los sistemas educativos con lo mejor de la tecnología de nuestra era: las redes digitales y sus máquinas. Desde hace mucho nuestros estudiantes viven conectados, sin la participación de sus escuelas y docentes. Esta razón bastaba y sobraba para transformar las actividades dentro de las aulas, pero los estudiantes siempre han estado del otro lado del poder de decisión. 

La pandemia ha traído bajo el brazo la torta de la innovación educativa; debemos atenderla, será nutritiva. Así lo expresa desde junio de 2020 el Asian Journal of Distance Education, en su artículo “A global outlook to the interruption of education due to COVID-19 Pandemic: Navigating in a time of uncertainty and crisis”, de Aras Bozkurt, Insung Jung, Franck Xiao y Viviane Vladimirschi. Estos autores se dieron a la tarea de recabar las experiencias de educadores en 31 países. Sus reflexiones, ya desde el principio de la crisis, son iluminadoras.

En primer lugar, concluyen que es necesario diferenciar la educación de emergencia de la educación a distancia o virtual. No es lo mismo hacer lo que se puede con lo que se tiene que implementar un sistema educativo robusto, bien planeado, operado, evaluado y tecnificado. El riesgo es el de un tipo funesto de vacuna, la del rechazo insensato por incomprensión a un tipo de entrega que no solo es indispensable frente a la distancia y el aislamiento, sino que además ofrece enormes ventajas pedagógicas y una invaluable sintonía con la juventud.

Además, los autores advierten que la educación de emergencia ha acentuado tremendamente la ya insultante inequidad social, en la que los estudiantes que ya estaban marginados quedan aún más excluidos. La falta de equipo de cómputo, de telefonía celular o de acceso a internet rápido y eficiente traza una línea divisoria muy perniciosa, una que traiciona la misión equilibradora de la educación.

Quizá lo más interesante de este artículo es su preocupación por el bienestar de estudiantes y docentes. Todos los países investigados reportan el malestar existencial y la ansiedad que han generado el aislamiento y la distancia social de la pandemia. No dudan en recomendar, más bien en urgir, a todos los sistemas educativos del mundo a transitar pronto hacia una pedagogía del cuidado. En esta crisis lo más importante no es aprender datos ni teorías, sino a sobrevivir mediante el cultivo del afecto y la empatía. Como maestra, la pandemia enseña compasión y solidaridad.

Durante la educación de emergencia recuperemos las enseñanzas de la filósofa norteamericana Nel Noddings y del educador brasileño Paulo Freire: al educar, debemos mostrar la valentía del cuidado amoroso.

*Maestría en Innovación y Gestión del Aprendizaje, Universidad del Caribe

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