Voces Universitarias | Carolina Moreno Ortiz*
En Cancún, muchas empresas nacieron como negocios familiares, impulsados por el auge turístico del destino. Desde hoteles y restaurantes hasta agencias de viaje y servicios de transporte, estos emprendimientos crecieron de forma empírica, convirtiéndose en pilares del desarrollo económico local.
Muchos emprendimientos en México comienzan como empresas familiares, es decir, negocios que son operados y dirigidos por miembros de una misma familia. Este modelo ha sido una fuente importante de empleo y desarrollo económico. Pero más allá de crear empresas, el verdadero reto es lograr que se mantengan en el tiempo, crezcan y se vuelvan competitivas dentro del mercado nacional.
En Cancún, las empresas familiares abarcan distintos sectores y tienen trayectorias que van desde los 10 hasta los 45 años. Muchas de ellas están atravesando un momento clave: el proceso de sucesión generacional. Es decir, el paso del liderazgo de una generación a otra.
Por eso, es fundamental entender qué factores ayudan a que esta transición se dé de forma exitosa y qué aspectos deben fortalecerse para evitar que el negocio desaparezca.
Entre los principales desafíos que enfrentan estas empresas están la falta de profesionalización, la ausencia de órganos de gobierno bien definidos, estructuras organizativas poco claras que dificultan la asignación de funciones, y la carencia de un protocolo de sucesión y una planeación estratégica que les permita alcanzar sus metas.
La continuidad de las empresas familiares no solo preserva empleos y legado, también fortalece la economía local. Entender qué factores favorecen una sucesión exitosa puede marcar la diferencia entre desaparecer o consolidarse.
Cancún sigue siendo tierra fértil para emprender. Con visión, estructura y apoyo, las empresas familiares pueden seguir creciendo y adaptándose a los nuevos tiempos.
*Profesora-Investigadora, Programa Educativo en Gastronomía, Universidad del Caribe.
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