La conducción actual debe de ser regida por las autoridades sanitarias, pero una vez pasada la parte más grave de la contingencia, ya en la etapa de recuperación, con el relajamiento de las medidas de distanciamiento social, cada destino, debe estudiar la situación de sus mercados turísticos emisores, su conectividad y la situación de la industria de transporte (aéreo y/o terrestre o fluvial), su producto turístico, su mercado laboral y la afectación de su imagen; y en función de las condiciones en ese momento, plantear sus planes de dinamización de la demanda y de reactivación de la oferta. En ese sentido los productos y servicios turísticos que puedan manejar mayores burbujas de intimidad (no necesariamente más personalizados) serán los que puedan operarse primero; muchas compañías, sobre todo en el transporte, tendrán que analizar muy bien sus puntos de equilibrio para poder operar bajo la necesidad sanitaria de mayor espacio por viajero.
Por supuesto que la afectación a mediano y largo plazo impactará de manera diferenciada a cada segmento y sector turístico, hasta ahora se vislumbra uno que tendrá afectaciones de profundidad en el largo plazo: los cruceros. La lista provisional de destino-país que terminarán muy afectados son: China, Italia, España, USA y sumando. La de destinos-ciudad hasta ahora incluye a: New York y Madrid. Estos destinos turísticos, su industria turística y de viajes y su población resentirán por años las secuelas de este 2020. Hagamos lo posible para evitar entrar en esas listas.
El turismo internacional en el año 2020, tendrá una debacle como nunca se ha registrado, 20 a 30% calcula la OMT. Mayor al 2008-2009 y al SARS. Al ser el turismo internacional tanto en turistas como visitantes la mayor proporción de los flujos turísticos a los destinos del estado es de esperarse un impacto similar en la estadística anual a nivel local, con mayor baja en el arribo de cruceristas.
Atender la emergencia y prepararse para la temporada de invierno, esperando que el sargazo y la temporada de huracanes den tregua este año, esa sería la secuencia de actuación. La esperanza del mañana se cifra en la resiliencia del turismo, ese derecho inalienable de las personas del siglo XXI a viajar y su negativa a renunciar a ello. En cuanto amaine la pandemia, los aviones regresaran con turistas sin Covid 19 -o ya habrá su vacuna- y el único coronavirus que motivará serias discusiones será el de la cerveza.
*Secretario Académico, Universidad del Caribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario