El reto de abrir un restaurante

 

Voces Universitarias | Por Angélica Sterling*

La industria restaurantera, comparada con otras tiene una mayor volatilidad debido, entre otros factores, a sus bajas barreras de entrada y salida lo que permite la entrada constante de nuevos participantes representando una opción muy atractiva para los nuevos emprendedores. Hay autores que refieren que es más fácil abrir un restaurante que otro tipo de negocios, ya que el costo promedio de inicio, incluyendo la construcción, el equipamiento y todos los procesos necesarios para la apertura y entrenamiento del personal puede ser relativamente bajo. 

A pesar de la aparente sencillez de abrir un restaurante, los pequeños negocios son mucho más sensibles a las barreras de entrada, sobre todo a las relacionadas con la insuficiencia de capital. El nuevo emprendedor suele conseguir el monto de la inversión de fondos obtenidos del financiamiento de amigos y familiares, préstamos bancarios, préstamos de organizaciones dedicadas al financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas y de capitales de riesgo. 

Desde antes de iniciar operaciones el dueño se enfrenta a diferentes factores que pueden afectar la proyección y presupuesto, en caso de tenerlos, como son: el incremento de los costos en mano de obra, renta, servicios públicos y equipamiento; la falta de control estratégico sobre los recursos o insumos; las características específicas de los activos; las necesidades de capital; la falta de acceso a las cadenas de distribución y la insuficiencia de la capacidad instalada para la producción y servicio al cliente. 

Aunado a lo anterior, para los pequeños negocios resulta complicado acceder a un crédito o financiamiento para invertir en las diferentes necesidades de la empresa como son: adquisición de activos, adecuación de instalaciones, provisión de inventario, costo de transformación de los insumos, equipo necesario, gastos de publicidad y nómina. 

Actualmente existen diversas instituciones que brindan apoyo y capacitación gratuitos en aspectos financieros, de administración y gestión para los micro y pequeños negocios como son el INADEM, Abastur y CONDUSEF, entre otros. A lo anterior se unen los esfuerzos que hacen las instituciones educativas para apoyar en la capacitación de los nuevos emprendedores como los realizados en la Universidad del Caribe. 

El fortalecimiento en los conocimientos, habilidades y competencias del propietario de un restaurante de cualquier dimensión en tamaño, estructura y ventas para la administración y operación de su negocio, permitirá elevar su grado de competitividad y afianzar su permanencia en el mercado, por lo que es de vital importancia, seguir desarrollando los mecanismos para facilitar la capacitación y ponerla al alcance del que la necesita.

*Profesora investigadora de tiempo completo, Universidad del Caribe

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